Natxo MATXIN
BERA BERA

Acaricia la proeza, pero muere en la orilla de los siete metros

Karsten y Boada fallaron dos penaltis en el último minuto para lograr el pase ante el Sola. El segundo, con el tiempo cumplido, impidió igualar la eliminatoria, que también se habría resuelto a los penaltis.

Cavo consuela a Boada tras fallar el penalti decisivo con el tiempo cumplido.
Cavo consuela a Boada tras fallar el penalti decisivo con el tiempo cumplido. (Jon URBE | FOKU)

Definitivamente, el mal fario planea sobre Super Amara Bera Bera cada vez que disputa competición europea. El de ayer fue un capítulo más de la larga historia de sinsabores que acumula cuando se mide a un rival del viejo continente. Rozó la proeza, pero se quedó a la orilla de los siete metros.

Desde esa distancia y en el último minuto desperdició hasta dos ocasiones para, como mínimo, igualar la eliminatoria y forzar una tanda de penaltis. Karsten y Boada -lo de menos es quienes los ejecutaran- vieron cómo sus lanzamientos eran desviados por una Granlund que se convirtió en fiordo imposible de escalar. Especialmente sangrante resultó el segundo, con el tiempo ya cumplido.

Para llegar a esa situación, el bloque dirigido por Imanol Álvarez peleó lo indecible, fue de menos a más y creyó a más no poder en unas opciones que a priori eran francamente escasas después de perder de siete durante la ida en tierras noruegas. La distancia se estuvo a punto de enjugar gracias a un tramo final de partido en el que el técnico local se la jugó con una defensa 5-1, con Arroyo como adelantada, que se le atragantó a las escandinavas. A ello hubo que sumar un par de paradas de Maddi Aalla en momentos decisivos y el arrojo ofensivo de una Fernandes que acabó siendo la máxima anotadora del encuentro.

ARREÓN FINAL

No fue tarea fácil, en todo caso, llegar vivas hasta el último instante. Super Amara Bera Bera no tuvo el inicio deseado, pues le costó cogerle el pulso al duelo durante la primera parte. Quitando el 1-0 inicial, le supuso nada menos que todo un cuarto de hora recuperar el control del luminoso (7-6, m.16).

Hasta ese momento, el Sola navegó con solvencia entre los nervios y precipitación de las anfitrionas, fallonas en ataque e incapaces de armar una sólida defensa. Todo eso cambió en la segunda mitad del primer periodo. Un parcial favorable de 5-0 subió el 9-6 al electrónico y las ilusiones se dispararon en el graderío.

Sin embargo, las visitantes aplacaron con prontitud esa esperanza que a esas alturas de envite parecía aún una fantasía. Firmaron un 0-3 que volvió a poner las tablas en el marcador (9-9, m.21). La neutralización de esa ventaja no exasperó al conjunto guipuzcoano, una vez conocedor de las armas con las que podía hacer daño a su adversario. Siguió a lo suyo y para el minuto 29 ya había vuelto a amasar otra buena distancia (14-10), que quedó reducida en un gol al descanso (15-12).

La segunda parte estuvo marcada por el continuado intento de Bera Bera de superar la barrera favorable de los cuatro goles y lo complicado que le resultó hacerlo por la enorme velocidad que le puso el Sola cada vez que le tocó sacar de centro, anotando casi a renglón seguido y abortando así un estirón local.

Solo lo consiguió en los últimos cinco minutos con el ya citado cambio defensivo para forzar una coyuntura propicia que no supo culminar por el desacierto final desde los siete metros.