Martxelo DÍAZ
IRUÑEA
[ ELMA SAIZ ]

Una especialista en gestionar patatas calientes

(Jagoba MANTEROLA | FOKU)

 

Si alguien quiere llevarse bien con Elma Saiz lo primero que tienen que hacer e no llamarle nunca Emma. Ni Sanz. Es de esas personas que insiste en que se diga bien su nombre y su apellido.

La nueva ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en el Gobierno de Pedro Sánchez es uno de los más firmes apoyos de la lehendakari María Chivite. De este modo, ha sido la elegida para ocupar puestos complicados en función de las necesidades del PSN, verdaderas patatas calientes.

Nacida en 1975, su primer cargo político fue el de parlamentaria navarra en 2004. Posteriormente, fue la delegada del Gobierno español en Nafarroa entre abril de 2008 y enero de 2012, con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente. En esa época, la proyección de ese puesto era dar a conocer los operativos de la Guardia Civil y de la Policía española, especialmente en la represión de la izquierda abertzale. En ese periodo se produjo un incremento de las denuncias por tortura en Nafarroa, según recoge el informe del IVAC.

Tras abandonar la Delegación del Gobierno, Saiz se dedicó a su profesión, la asesoría fiscal, en el ámbito privado. Asimismo, participó activamente en tertulias en medios como Nafar Telebista o Navarra Televisión.

ACUERDOS CON EH BILDU

Cuando María Chivite formó su primer Gabinete en 2019, Saiz fue parte de su núcleo duro como consejera de Economía y Hacienda. Una de las tareas más complejas que tuvo que acometer fue la negociación de los presupuestos del Gobierno navarro, y como resultado logró alcanzar cuatro acuerdos con EH Bildu, garantizándose de ese modo la aprobación de las cuentas y la estabilidad del Ejecutivo, una patata caliente.

La foto de María Chivite negociando los presupuestos con Bakartxo Ruiz y Adolfo Araiz fue la primera con representantes del PSN y de EH Bildu en torno a una mesa bilateral. Posteriormente ha habido más, también en Madrid, pero la primera suele ser la más difícil.

En el debe de su gestión se puede colocar que durante su mandato no se realizó una reforma fiscal en profundidad.

También le tocó hacer de portavoz del Gobierno navarro, sustituyendo a Javier Remírez, otra patata caliente.

AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA

La siguiente patata caliente para Saiz fue la de liderar la candidatura del PSN al Ayuntamiento de Iruñea en mayo de este año, sustituyendo a otro peso pesado del partido, Maite Esporrín, más alejada de las posiciones de Chivite.

La campaña electoral estuvo polarizada entre la continuidad de UPN, con Cristina Ibarrola, y la reedición de un amplio acuerdo multipartito con Joseba Asiron (EH Bildu) a la cabeza. Saiz intentó protagonizar una tercera vía sin salida liderando una alternativa «progresista» por encima de EH Bildu pese a tener menos votos. Finalmente, el PSN optó por votarse a sí mismo, tanto en Iruñea como en Barañain, Eguesibar o Lizarra, lo que supuso dar las alcaldías a UPN.

Desde entonces, la posibilidad de una moción de censura en la que el PSN se sumase a EH Bildu, a Geroa Bai y a Contigo-Zurekin ha sido una constante al hablar del Ayuntamiento de Iruñea. No hay nada concreto y las partes implicadas optan por un prudente silencio.

En cualquier caso, la marcha de Saiz a Madrid puede abrir un nuevo escenario en Iruñea. Desde mayo, la relación entre el PSN y UPN se ha avinagrado más. Quitar al adversario político uno de los cargos con más proyección mediática puede ser un objetivo más que deseable.