Los dos equipos guipuzcoanos de Liga F retomaban la competición enfrentándose a líder y colista y el resultado fue el que se podía prever: la Real se impuso en Huelva y el Eibar cayó en Barcelona.

Las donostiarras celebraron su primer triunfo a domicilio del curso frente a un Sporting de Huelva que sigue con su casillero de victorias a cero. Ayer se le notaron la necesidad y el relevo en el banquillo en un arranque de partido en el que encerró en su área a una Real que saltó con Olatz Santana como gran novedad del once, al haberse quedado Elene Lete en casa por un proceso vírico.

Superado el agobio inicial, las donostiarras dieron un paso adelante y Mirari lo recompensó con un buen gol. Eizagirre se encontró con Chelsea cuando intentó ampliar distancias y, al filo del descanso, un cabezazo de Konat restableció el empate.

La Real entró mejor al campo en la segunda parte, en la que los contratiempos físicos trompicaron un tanto el juego: Nerea Eizagirre se llevó un fuerte golpe en el pie derecho, Mirari se retiró con una lesión muscular en el muslo derecho, Hagman y su sustituta Margraf se marcharon lesionadas... Más tranquila, la Real estuvo mejor tras el descanso, mientras los nervios se notaban en el área local.

Santana, muy segura, respondió a Konat y Chelsea a Jensen justo antes del minuto decisivo. La madera repelió un remate de Patri Ojeda para que en el contragolpe posterior, Jensen condujera hasta el área y engañara a Chelsea con un disparo raso ajustado al palo. La portera andaluza evitaba el tercero casi de inmediato despejando un remate de Franssi desde la frontal.

En los últimos minutos, el Sporting se lanzó a la desesperada, sin demasiada claridad pero con motivos para el lamento porque Huerta de Aaza se comió un claro penalti de Izarne a Patri Ojeda en la última acción del partido, ya en el minuto 96.

MISIÓN IMPOSIBLE

El resultado de Huelva y la derrota del Granada en Tenerife los celebra el Eibar, que se asegura acabar 2023 fuera del descenso. Eso y el regreso de Puyi nueve meses después de romperse el ligamento cruzado anterior mitigaron la derrota de las armeras en Barcelona. También el hecho de que fuera lo esperado.

Pero también la imagen que ofrecieron las eibarresas que, con un sistema ultradefensivo -línea de seis atrás- y esfuerzo y concentración máximos se mantuvieron en pie durante más de una hora frente al monólogo del líder.

No se desesperó el Barça, acostumbrado a que se le cierren los rivales, y convencido de que su momento acabaría llegando. Lo hizo, con uno de esos arreones tan suyos y con la firma de Graham Hansen, su mejor jugadora del partido y de este primer tramo de la temporada. La danesa acabó con las tablas con un chutazo desde la frontal, un minuto después asistió el taconazo de Brugts y ocho más tarde, la delantera neerlandesa había completado un hat-trick para sentenciar el encuentro.

Se relajó un tanto el Barcelona, se desinhibió el Eibar y Arene y, sobre todo, Malado en dos contras consecutivas, estuvieron cerca de anotar el de la honrilla. Pero la que acertó fue la debutante Ari Arias para redondear el marcador.