Híbridos
La Inteligencia Artificial dominará el mundo, para bien y para mal. No es ciencia ficción ni un delirio distópico catastrofista de nuestro devenir en este planeta de recursos cada vez más limitados. Es la evolución natural de la humanidad, de una crisis civilizatoria multipolar sin precedentes producto, entre otras e importantes razones, de nuestra desidia y estupidez. No soy pesimista ni tengo miedo a la IA, soy realista.
Hasta entonces transitaremos por un territorio híbrido mezcla de una inteligencia humana decadente y una dictadura analógica creciente, la algoritmocracia: yo soy yo y mis algoritmos. Sobreviviremos a las sociedades líquidas actuales dando pasos hacia un hibridismo social, político y económico que nos conducirá irremediablemente a una humanidad totalmente alienada, narcotizada, dirigida cada vez por menos personas y controlada por un inmenso ejército de clones androides, replicantes y de sistemas de control que escrutarán hasta nuestros más ocultos pensamientos y deseos.
No soy pesimista, insisto, tan solo leo, observo y saco mis propias conclusiones. No creo que estemos en las puertas del fin de la historia, del crepúsculo de las ideologías ni de la extinción de las desigualdades sociales, en definitiva, del fin de las luchas de clases. Pero a buen seguro que nacerán ideologías híbridas que darán origen también a clases híbridas que nos situarán en escenarios inéditos de esas luchas. Y todo ello será posible gracias a la imaginación dialéctica, que no es otra cosa que el ejercicio del libre pensamiento y de la creatividad artística, siempre acompañadas de esa sabiduría popular y génesis de un comunismo incipiente que es el sentido común, en nuestro caso el «sen on».
Y después de la IA, ¿qué? Soy de la opinión de que los supuestos extraterrestres que periódicamente nos visitan son exploradores de sociedades post-IA en busca de los orígenes de la inteligencia ancestral. Esfuerzo, por otra parte, tardío y baldío. Pero más relevante que esa posible existencia de vida más allá de nuestro planeta es la propia existencia aquí, ahora y entre nosotras, de infraterrestres, seres y/o sociedades -sinarquías- que hasta hace poco han permanecido en la sombra -inframundo- y han decidido salir del armario, léase Trump, Milei, Bukele, IDA la diva (Ayuso), Abascal… con la idea de dirigir el mundo.
Me considero un auténtico profano de las nuevas tecnologías digitales pero reconozco cierta fascinación por la ciencia ficción, cine y comics sobre todo. Me seduce la idea de los metaversos, los mundos paralelos (no confundir con los mundos para lelos, que los hay de sobra), el origen del universo, etc. Y me pregunto si alguien ha tenido la idea de imaginar un metaverso comunista, por ejemplo, y aquí, entre nosotras concretamente, un metaverso vasco, una sociedad vasca utópica, libertaria, creativa, feminista, igualitaria…
En la presentación del plan político para estos dos próximos años, Gure Esku plantea como una de sus próximas actividades la creación de un maratón híbrido -idea esta que me parece totalmente original- donde la creatividad artística y digital se fusionan para retratar nuestra sociedad y sus legítimas aspiraciones a decidir su futuro. Una oferta que puede tener un buen recorrido, sobre todo en sectores juveniles abducidos por las nuevas tecnologías, en muchos casos mal utilizadas. Aprovechémosla.