EDITORIALA

No es una cadena de errores, es el sistema

Una manifestación recorrió ayer las calles de Gernika para censurar la agresión sexual continuada denunciada por una exjugadora del Lointek Gernika, que señaló al exentrenador Mario López. Con la movilización también quisieron criticar la actuación del club y arropar a la denunciante. «Yo sí te creo» no es solo un eslogan para campañas, es un principio rector que, aparentemente, ninguno de los actores implicados en este caso, salvo el movimiento feminista, ha aplicado.

La denuncia es de junio de 2022 y todavía está en fase de instrucción. No se conocen las circunstancias concretas del procedimiento judicial, pero estos casos necesitan mayor celeridad, dada la exposición y la zozobra a la que se somete a la víctima. Y desde luego, no es de recibo que -si lo dicho ayer por el abogado del club es cierto- los juzgados no comuniquen nada a la institución a la que se debe el investigado y en el seno de la cual se dieron las agresiones denunciadas.

Pero esta dejadez de los juzgados no le sirve al club para explicar su inacción. El propio López notificó que había recibido una denuncia, sin que ello provocase, aparentemente, actuación alguna. Más bien al contrario, lo conocido hasta ahora sugiere un intento de encubrir o, al menos, quitar hierro al asunto. Finalmente ha sido una denuncia contra el club ante la Federación -por «falta de voluntad para remediar un entorno de trabajo inseguro»- lo que ha desencadenado la reacción. El movimiento feminista de Gernika ha explicado que en verano mantuvieron contactos con el club para garantizar que el denunciado no entrenase más, a lo cual parece que respondieron ascendiendo a López.

Existe la tentación de achacar a una cadena de errores este desarrollo de los acontecimientos que ha dejado desamparada a la denunciante y ha protegido al denunciado, pero probablemente es más que eso, son los resortes del patriarcado, que se ponen en marcha sin que nadie accione un botón concreto. Para eso es un sistema, y por eso es tan difícil hacerle frente. Reparar el daño y poner los medios para que no se repita deben ser, ahora, los principales objetivos.