Iñaki IRIONDO
GASTEIZ
APROBACIÓN DE PRESUPUESTOS

PNV y PSE aprueban en solitario un presupuesto menor que el actual

PNV y PSE aprobaron ayer con el voto en contra de toda la oposición un presupuesto de 15.025,4 millones de euros para 2024, que es menor que el presupuesto actualizado de 2023 en este momento, que asciende ya a 15.125 millones de euros. La presidenta ordenó la expulsión de un grupo de pensionistas por no retirar los carteles exigiendo una pensión mínima de 1.080 euros.

Un grupo de pensionistas asistió -y fue expulsado- a la sesión.
Un grupo de pensionistas asistió -y fue expulsado- a la sesión. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

Tras la aprobación de seis leyes el jueves, PNV y PSE cerraron ayer el presupuesto para 2024 y ahora queda la tramitación final de la Ley de Cambio Climático prevista para febrero, con lo que se da por hecho que la legislatura se dará por acabada, a la espera de que el lehendakari convoque elecciones, en todo caso no para antes de abril.

El proyecto de presupuesto asciende a 15.025 millones de euros y se presentó como un nuevo récord. Pero, ahora, está ya por debajo del presupuesto actualizado de 2023, que a 30 de noviembre era ya en 15.125 millones de euros. Así sucede anualmente. Porque las cuentas que se aprueban en diciembre se suelen ver habitualmente incrementadas durante el año.

El presupuesto se aprobó únicamente con el apoyo de los partidos que forman parte del Gobierno y el voto en contra de toda la oposición. PNV y PSE rechazaron todas las enmiendas de los demás, mientras subrayaban su compromiso con la ciudadanía vasca, y han acusado al resto de formaciones de actuar por intereses electorales. El parlamentario del PSE Ekain Rico habló de «clásicos que no defraudan», mientras que la jeltzale Alaitz Zabala acusó a los grupos de la oposición de no haber tenido verdadera voluntad de negociar y haber actuado sin discreción, porque al mismo tiempo que trasladaban sus propuestas al Ejecutivo lo hacían también a los medios de comunicación.

Cabe recordar que es el Gobierno el primero que hace pública su propuesta de presupuestos y ya desde un primer momento el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, anunció que veía difícil que se pudiera llegar a algún acuerdo con otros partidos, hablando ya desde un inicio de que en año preelectoral no lo veía posible. Sin embargo, para 2016 y para 2020 hubo acuerdos con otros grupos que posibilitaron la aprobación de presupuestos, claro que entonces los Ejecutivos no tenían mayoría absoluta.

SIN NEGOCIACIÓN

Después el Ejecutivo y representantes del PSE y el PNV hicieron una ronda con los partidos en el Parlamento en un día de pleno. Pedro Azpiazu dijo que esperaba a recibir las propuestas de los grupos para «arrancar con una negociación si trabajamos en serio en modificaciones viables de este presupuesto». Pero cuando recibió las propuestas, ninguna le pareció viable, así que la negociación nunca empezó.

Resulta llamativo que el Gobierno suele ofrecer la possibilidad de mover en torno a 25 millones de ese presupuesto de 15.025 millones. Si se les presentan propuestas de más de 300 las considera inviables, y después intenta desacreditar a esos partidos porque se oponen al presupuesto, pero solo plantean cambios que pueden estar en torno al 2%, lo que les parece insuficiente.

PNV y PSE no han aceptado ninguna enmienda de la oposición, fuera de mucha o poca cantidad. Es más, han sido los propios socios del Ejecutivo quienes han terminado presentando enmiendas, dando la impresión de que lo han hecho para aprovechar esos 25 millones que tenían dispuestos para acuerdos con otros partidos, sabedores de que no iban a aceptarles ninguna.

REPROCHES AL EJECUTIVO

El representante de PP, Luis Ignacio Gordillo, se quejó de que se esté sometiendo a la ciudadanía a pagar muchos impuestos, mientras que luego el Gobierno nunca ejecuta todo su presupuesto, acumulando excedentes de tesorería.

Por parte de Elkarrekin Podemos-IU, David Soto criticó que con estas cuentas se ha perdido una oportunidad, son poco ambiciosas y no se ha hecho un esfuerzo suficiente en Salud y Educación. Es más, también apuntó que las cuentas han crecido por debajo de lo que durante el año se ha incrementado la recaudación.

Leire Pinedo, de EH Bildu, reprochó al Ejecutivo y a los partidos que le apoyan que «la realidad es que el problema de nuestra propuesta para este Gobierno no es ni que sea excesiva ni que sea pequeña. No. El problema es que deja en evidencia muchos de los problemas que su gestión no está siendo capaz de encarar, que nuestra propuesta pone sobre la mesa soluciones para esos problemas que la ciudadanía subraya cuando se le pregunta. En definitiva, nuestra propuesta no les gusta, no por la cantidad, sino por la letra, que pone negro sobre blanco medidas que más pronto que tarde desde el Gobierno se tendrán que tomar»