GARA
ZIBURU
NAUFRAGIO DEL CYCNO

Dejar Senegal para faenar y fallecer en la costa de Euskal Herria

Karamo Ndong y Moustapha Ndong, los dos pescadores desaparecidos en aguas de Ziburu el pasado viernes, no eran parientes, aunque compartían apellido, pero sí tenían en común el haberse visto obligados a abandonar su hogar y emigrar solos a miles de kilómetros de distancia para poder mantener a sus familias.

Operativo de búsqueda de los dos pescadores desaparecidos, que resultó infructuosa.
Operativo de búsqueda de los dos pescadores desaparecidos, que resultó infructuosa. (Gaizka IROZ | AFP)

En la mitología griega, Cycnos era el hijo de Poseidón -dios del mar- y de una ninfa llamada Calice. De ahí venía el nombre del barco que naufragó el pasado viernes cerca del dique de Zokoa, en Ziburu. A bordo faenaban tres personas, el patrón, de 37 años y que fue rescatado, y dos pescadores de origen senegalés, que desaparecieron bajo las aguas.

Karamo Ndong y Moustapha Ndong tenían 58 y 30 años, respectivamente. Como otros compatriotas de ese país africano, habían venido a Europa para buscarse la vida trabajando en el mar. En su caso, a Arcachon, localidad famosa por sus ostras, pero también en diferentes puertos de la costa vasca. En setiembre de 2021 murió otro pescador senegalés tras un accidente laboral en el pesquero de nombre Kaxarra, con sede en Ondarroa. Se llamaba Abdoulaye Diome y tenía 40 años.

Según Lamine Diedhiou, otro pescador senegalés que trabaja en Arcachon, Karamo y Moustapha compartían apellido pero no eran familia. El más veterano era un marinero experimentado que llevaba tres décadas en Arcachon, aunque su familia sigue residiendo en Senegal y él iba de vez en cuando a visitarles. De hecho, tenía programado viajar este viernes 29.

«Moustapha también estaba casado y tenía dos hijos en Senegal», aseguró Diedhiou al rotativo “Sud Ouest”. Llevaba dos o tres años en Arcachon y aún no había regresado a su país. Su hermano también faena en otro barco de este mismo puerto. Lejos de su tierra, lejos de sus familias. «No es una vida divertida, es muy complicada», sentenció el pescador.

El Cycnos tenía base en Arcachon, aunque durante los inviernos faenaba más al sur, debido a que la entrada al puerto landés se complica en esta época del año. Regresaba a Donibane Lohizune con su pesca cuando sobre las dos de la madrugada del viernes enviaba una señal de alarma.

SIN CAUSAS OFICIALES TODAVÍA

Los servicios de rescate se activaron con presteza, pero entre la falta de luz, el viento y el oleaje, solo se logró rescatar a una persona, el patrón.

En la búsqueda de los dos desaparecidos trabajaron 24 bomberos, una lanzadera SNSM y dos helicópteros. A riesgo de sus propias vidas, los servicios de salvamento estuvieron a punto de sacar del agua a uno de los marineros, pero no pudo ser. Finalmente el operativo se dio por cerrado el mismo día, puesto que en esas condiciones la supervivencia era ya imposible.

Las causas del accidente aún se siguen investigando. O, al menos, no han sido reveladas oficialmente. A falta de información, en el lugar se aventuraba con que posiblemente el viento arrojó la embarcación, de 12 metros de eslora, contra las rocas y el dique. La fuerza de las olas hizo el resto, hasta destrozar el Cycnos. No es la primera vez que un barco pesquero termina yéndose a pique en Zokoa, ya ocurrió en los años 90.

A pesar de ello, horas después de que desaparecieran los pescadores, desde la cofradía de Ziburu-Donibane Lohizune se remarcaba que hace muchos años que no se producía un accidente de estas dimensiones. «Ha habido naufragios y rescates, pero afortunadamente se ha podido salvar a los afectados», rememoraba Christian, de la cofradía de Ziburu-Donibane Lohizune.

Por su parte, LAB destacó las «duras condiciones» que se dan en el sector pesquero, la «gran carga de trabajo que soportan en esta época y la presión que imponen las cuotas». «Las condiciones laborales son muy duras: el trabajo de madrugada, largas horas de trabajo y jornadas sin apenas descanso... todas estas causas se encuentran en el origen de estos accidentes, además de tener que salir a trabajar independientemente de las condiciones del mar», lamentó.