Athletic y Real se enfrentarán a UDCA Tenerife y Levante, respectivamente, en los cuartos de final de Copa, que se disputarán a partido único entre el próximo 6 y el 8 de febrero. Los dos supervivientes vascos en el torneo, después de que Bizkerre, Osasuna, Eibar y Alavés hayan quedado por el camino, no corrieron la misma suerte en el sorteo.

Para empezar, porque el equipo rojiblanco, único superviviente de la ronda previa que ha superado los octavos de final, volverá a jugar en casa -falta por determinar si en Lezama o en San Mamés, donde el pasado domingo reunió a 22.000 aficionados- y las donostiarras viajarán de nuevo. La diferencia se extiende a los rivales porque mientras el Athletic recibirá a un Tenerife muy irregular este curso, la Real visitará al Levante, segundo en Liga y, sin ir más lejos, rival del Barcelona en la final de Supercopa que se disputará este domingo en Leganés.

Marta Unzue se muestra especialmente satisfecha por contar con el factor campo y recuerda la importancia de la afición en el triunfo frente al Madrid. «Fue un partido muy duro. Nuestra gente nos apoyó mucho y estamos muy agradecidas. Jugar en casa siempre es bonito», aseguraba la navarra, que recordaba que Athletic y Tenerife no se han enfrentado todavía esta temporada. Lo harán precisamente este domingo en Adeje. Sí hay precedentes en Copa porque rojiblancas y tinerfeñas disputaron en Lezama los octavos de final en la temporada 2019/20. La victoria fue para el equipo vizcaino (3-0), que anotó sus tres goles en la prórroga.

DUELO INÉDITO

La Real, por el contrario, nunca se ha enfrentado al Levante en Copa. Como en la ronda anterior, en la que eliminaba al Sporting de Huelva, protagonizará un choque entre ganadores del torneo. Seis tiene en sus vitrinas el equipo granota, aunque el último data de 2007. Bastante más reciente es el de las guipuzcoanas, aunque su andadura posterior en Copa ha sido tan discreta como la del equipo levantinista.

El factor campo y la andadura liguera de los dos equipos, con el Levante en la segunda plaza y, además, finalista de la Supercopa tras derrotar el martes al Atlético de Madrid, invita a pensar en las valencianas como favoritas, pero en el encuentro que han diputado esta temporada -el pasado 4 de octubre en Zubieta-, la Real no fue en absoluto inferior. Ni en el campo ni en el marcador, que acabó con empate a uno.

Los cuartos de final dejan, además, el derbi entre Atlético de Madrid y Real Madrid, rivales en la última final, que se saldó del lado colchonero. La peor parte se la lleva el Sevilla, que visitará al Barcelona. La Copa fue el único trofeo que se le escapó la temporada pasada al cuadro culé, descalificado por la alineación indebida de Geyse frente a Osasuna. Curiosamente al Sevilla le pasó lo mismo. Fue descalificado también en octavos por la alineación indebida de Calderón frente al Villarreal.

Olatz Rivera pitará la final de la Supercopa

Barcelona, defensor del título, y Levante disputarán el domingo la final de la Supercopa en Butarque. Habrá representación vasca, no en los dos lados del campo, sino en los tres porque será Olatz Rivera la encargada de arbitrar el encuentro.

La colegiada vizcaina, que cumple su séptima temporada en la elite del fútbol femenino, se apunta otro hito en su carrera personal, en la que ya puede presumir de haber ascendido a 2ª RFEF y haber debutado a nivel internacional: en 2019 lo hizo como cuarta árbitra y tres años después, como árbitra principal en un partido de la fase europea de clasificación para el Mundial.

Entre los contendientes, Irene Paredes jugará con el Barcelona, que llega a la final tras golear al Real Madrid, y Leire Baños -y en el banquillo Erika Vázquez- con el Levante, que derrotó al Atlético (1-3). A.U.L.