Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
LOS TRES MOSQUETEROS, MILADY

Todos para uno y una contra todos

La prolongación de “Los Tres Mosqueteros, D’Artagnan” nos recuerda las inolvidables aventuras compartidas por los espadachines más célebres de la literatura, en una continuación directa de la primera entrega de este díptico cinematográfico basado en el imaginario de Alexandre Dumas padre.

Aunque técnicamente no es una secuela, la película retoma la trama justo donde la dejó, con D’Artagnan incapacitado tras un feroz golpe y Constance secuestrada por las maquinaciones maquiavélicas del cardenal Richelieu, encarnado por Vincent Cassel. François Civil regresa como el intrépido D’Artagnan, acompañado nuevamente por Louis Garrel como el rey Luis XIII y Eva Green, quien toma un papel aún más destacado como la enigmática Milady de Winter.

Aunque el elenco estelar es uno de los puntos fuertes de esta superproducción europea, la segunda parte se sumerge de lleno en la acción, adoptando en ocasiones los ritmos y la energía propios del cine clásico gracias a sus cuidadas coreografías de duelos de espalda. La historia se embarca en una nueva misión de rescate del Duque de Buckingham, amenazado por los avances de Milady, y se enfrenta al riesgo de que las tensiones religiosas y políticas desencadenen una guerra civil entre católicos y protestantes.

Para los puristas de la obra de Dumas, el filme presenta diferencias notables y, en algunos casos, marcadas, con el texto original, como es común en las adaptaciones cinematográficas de este tipo de novelas clásicas.

Las escenas de acción, como el asalto a La Rochelle, buscan atraer a las nuevas generaciones al espectáculo y Eva Green, en su papel de Milady, irradia sensualidad tanto en las alcobas como en los enfrentamientos que debe acometer, pero lo más importante es que se revelan detalles de su oscuro pasado.