La Real cerró un mes de enero durísimo por la acumulación de esfuerzos y de bajas con un punto muy meritorio porque a las ocho ausencias con las que afrontaba el partido -Merino, Aihen, Tierney, Aritz, Traoré, Kubo, Barrenetxea y Carlos Fernández-, se sumó en el primer tiempo la de Zakharyan tras sufrir una esguince en el tobillo izquierdo y en el segundo Zubeldia y Le Normand tuvieron que pedir el cambio pese a querer ayudar al equipo sin estar en buenas condiciones a sumar otro encuentro más sin encajar ningún gol.

Ya son nueve de los doce últimos y eso permite a la Real salir muy bien de su peor momento de la temporada. A las bajas se suma el cansancio tras jugar al máximo nivel de intensidad cinco partidos en quince días y eso se volvió a traducir en un partido sin ocasiones, en el que apenas se puede destacar un disparo de Zubimendi en el tiempo añadido de la primera mitad que Dimitrievski envió a corner. El Rayo no generó nada y, a pesar de acabar con un equipo de circunstancias, la Real buscó la victoria con todo el alma y el corazón, pero sin el juego y la claridad que tenía meses atrás.

CON DEFENSA DE CINCO

Imanol hizo debutar de inicio a Javi Galán como carrilero izquierdo. Explicó luego que por su carácter ofensivo y el de Aramburu y sus pocos entrenamientos prefirió recuperar el 5-3-2 del último partido de Liga. Solo repitieron del martes de la Copa Remiro, Zubeldia, Le Normand, Zubimendi y André Silva.

A pesar de buscar frescura en su alineación, Imanol desveló después que Zubeldia había acudido al hospital antes del partido y pidió el cambio al descanso y que Le Normand arrastra molestias en el isquio que le impidieron acabar.

El Rayo solo tenía de sus jugadores importantes la baja de Álvaro García por sanción y estaba más descansado por no jugar la Copa entre semana y solo planteó problemas con su presión al permitir siempre a Le Normand iniciar el juego mientras sus centrocampistas anulaban a los de la Real con marcajes individuales.

Imanol quiso aprovecharlo al retrasar a Zubimendi a esa posición tras sustituir a Zubeldia, pero ni eso ni la entrada de Becker y Oyarzabal permitió generar ocasiones en la última media hora. La Real tiene ahora una semana para recuperar energías y jugadores antes de afrontar en febrero una fase tan exigente como ilusionante con nueve partidos, cinco de Liga, los de la semifinal de Copa con el Mallorca y los de octavos de la Champions con el PSG, en cinco semanas.