B.Z.

La expectativa sobre EH Bildu crece 20 puntos en ocho meses

(GARA)

 

Los votos reales deberán confirmar en las próximas citas el cambio de ciclo político que sugirieron las elecciones de mayo pasado, pero el cambio de rasante es ya palpable en las expectativas. Tan sutil como significativo. La mitad de la población de la CAV (52,5%) según la encuesta cree que será el PNV quien vuelva a ganar las elecciones, pero un 25,1% cree ya que lo hará EH Bildu.

Puede no parecer mucho, pero el cambio se detecta al compararlo con la situación hace menos de un año. En abril de 2023, un mes antes de las elecciones municipales y a Juntas, un 68,7% creía que iba a ganar el PNV y solo un 5,8% apuntaba a EH Bildu. Los resultados electorales de la pasada primavera han provocado un pequeño pero nada desdeñable terremoto en el juego de las expectativas.

Por cierto, por mucho que Eneko Andueza insista en que salen a ganar, solo un 4,8% cree que lo harán. De hecho, hay más votantes del PSE que creen en la victoria de EH Bildu que en la suya propia.

DE LA RESIGNACIÓN A LA INCERTIDUMBRE

Para tomar la temperatura a la sociedad, la encuesta incluye una pregunta sobre los sentimientos que despertaría una victoria del PNV o una de EH Bildu. Merece la pena detenerse en los resultados. En caso de victoria jeltzale, el 28,9% menciona un sentimiento negativo como la resignación, seguido de uno neutro como la indiferencia (25,1%). Hay que bajar al tercer y cuarto escalón para encontrar sentimientos como la esperanza (17,3%) y el alivio (16,9%).

En resumen, a un 56,6% de la población le genera algún sentimiento positivo una hipotética victoria del PNV, a un 43,9% sentimientos neutros como la indiferencia y la incertidumbre, y a un 55,1% sentimientos negativos. Como cabe colegir de la suma de los porcentajes, los sentimientos son complementarios. Es decir, puede despertar tanto indiferencia como resignación, igual que pueden combinarse incertidumbre e ilusión.

En el caso de EH Bildu, el primer sentimiento es, de hecho, uno neutro, la incertidumbre (28,2%), seguido de uno negativo, como es la preocupación (26,1%), y dos positivos: esperanza (20%) e ilusión (15,8%). El resumen de los sentimientos generados por una hipotética victoria de la izquierda soberanista es que un 54,5% menciona sentimientos positivos, un 43,9% neutros y un 67,1% negativos. Son más que los del PNV, pero todo parece indicar que EH Bildu ha dejado de ser el coco.