Natxo MATXIN

Un depredador del área y el orden defensivo de antaño

Osasuna tuvo lo que le faltó a la Real: acierto. La escuadra navarra dispone de un ariete que está en racha, lo que, combinado con una defensa como la de la campaña pasada, le sirvió para sumar una victoria que se le resistía desde hacía casi dos décadas en Anoeta.

Budimir es un depredador del área, enchufó prácticamente la única que tuvo y va camino de romper números históricos ofensivos a nivel individual. Con esa ventaja en ataque y un bloque comprometido a la hora de contener a un adversario que aprieta lo indecible, los rojillos consiguieron asaltar Anoeta, el segundo equipo que lo logra este curso.

Después del sonrojante 0-3 frente al Celta, el vestuario se había conjurado para levantar la cabeza cuanto antes y le brindó al capitán del barco, Jagoba Arrasate, el primer triunfo liguero frente a la Real desde que el de técnico de Berriatua ocupa el banquillo navarro.

Y tres puntos maravillosos, que sitúan al conjunto rojillo a las puertas de alcanzar la treintena, un cómputo a estas alturas de la temporada que aparta un tanto algunos incomprensibles nubarrones negros que parecían haberse cernido sobre el entorno osasunista.

Sin duda, los aficionados no podrán mostrar queja alguna si el equipo sigue ofreciendo en los próximos encuentros el mismo compromiso y esfuerzo que desplegó en el tapete donostiarra.