Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
¡CORRE, TIGER, CORRE!

Un entretenido viaje iniciático

Esta producción china, nominada al Óscar en la categoría de animación, se descubre como una vibrante aventura dirigida al público infantil. En ella, sus creadores han subrayado el amor de un niño de once años hacia sus padres, ausentes tras una arriesgada misión como mensajeros guardianes.

Su trama despliega el coraje de dos de sus compañeros de clase, quienes se ven auxiliados por el enigmático maestro Yang. El hijo de Yang, apodado Tiger, encarna la determinación por emular a sus progenitores, desconociendo aún su propio destino. Dotado de una extraordinaria velocidad, se ve obligado a enmendar sus constantes errores y asumir un encadenado de desafíos peligrosos. Se trata de un viaje iniciático repleto de acción y artes marciales, entrelazando elementos de la mitología china mientras los protagonistas se enfrentan a temibles adversarios y a un ejército de la oscuridad que tiene como misión impedir su objetivo.

Si bien los espectadores más jóvenes pueden quedar seducidos por su diseño de colores vivos, algunos adultos tal vez pueden encontrar ciertos detalles menos atractivos, como la persistente y parlanchina actitud del pequeño protagonista, que puede resultar un tanto cargante. A pesar de esto, la película ofrece impresionantes gráficos que realzan la belleza del paisaje por el cual se desenvuelve la historia, otorgando un valor adicional al conjunto.

Aunque son muy evidentes algunas de sus imperfecciones, es innegable el esfuerzo de los nueve directores por crear un producto ameno y gratificante, lo cual se refleja en un resultado final un tanto irregular. “¡Corre, Tiger, corre!” seducirá a su audiencia más joven con su mensaje de valentía y superación personal, a pesar de ciertas reservas que puedan surgir entre los adultos más exigentes.