El cadáver de una mujer fue encontrado ayer en el río Arga a su paso por Barañain. Tras ser rescatado del cauce fluvial fue trasladado al Instituto Navarro de Medicina Legal para determinar las causas de la muerte y su identidad, aunque se baraja la hipótesis de que pudiera ser Gabriela Reyes, vecina del barrio iruindarra de Sanduzelai desparecida el pasado mes de diciembre.

«Aunque como es preceptivo, se realizarán las pruebas necesarias que confirmen su identidad, incluida la necrorreseña dactilar, desgraciadamente todo parece indicar que se trataría de la mujer desaparecida desde el día 7 de diciembre en el barrio de San Jorge de Pamplona», señaló a Efe la Policía española, cuerpo que desde el primer momento de hizo cargo de la investigación por la desaparición de Reyes.

HALLADO EN UNA ZONA DE PASEO HABITUAL

El cuerpo de la mujer fue encontrado semisumergido en un remolino en el río Arga por un viandante en una zona habitual de paseo, con un parque infantil y mesas para comer en las inmediaciones, cercano a las viviendas de Barañain y a la fábrica de Volkswagen en el polígono de Landaben, en Iruñea.

Esa persona alertó a la Policía Municipal de Barañain, que a su vez notificó el hallazgo a la Policía española, encargada de la investigación.

Desde este cuerpo se requirió la colaboración del Grupo de Rescate Acuático de los Bomberos de Nafarroa, que acudió hasta la zona para sacar el cuerpo del río.

Una vez realizado el rescate los especialistas de Policía Científica y Policía Judicial llevaron a cabo los protocolos previstos para estos casos. Así, se comunicó el hallazgo a la autoridad judicial y se procedió al levantamiento del cadáver en torno a las 13.30 horas.

El juzgado ha declarado secretas las actuaciones de este caso. La Policía española, por su parte, ha manifestado en un comunicado que «seguirán trabajando sin descanso como hasta ahora», bajo las directrices del Juzgado de Instrucción número uno de Iruñea, para esclarecer la desaparición de Reyes.

DESDE DICIEMBRE

Gabriela Reyes, de 35 años de edad, fue vista por última vez el 7 de diciembre en un bar del barrio iruindarra de Sanduzelai. Desde su desaparición, sus familiares y amigos han convocado varias movilizaciones para reclamar que su caso «no cayera en el olvido».

Una de las últimas movilizaciones se registró el 4 de febrero desde el barrio de Donibane, donde se cantó una jota en su honor, hasta el paseo de Sarasate de la capital navarra.

La manifestación estuvo encabezada por una pancarta con la frase “Todos somos Gabriela”, junto a dos banderas de la República Dominicana, su país de origen y en el que viven sus dos hijos, de 16 y 18 años de edad que quería traer a Nafarroa.

En aquella movilización, su hermana, Mariel Reyes, explicó que sus allegados lo estaban pasando muy mal. «Sabemos que las autoridades están haciendo su trabajo», dijo, pero explicó que con estas manifestaciones buscaban dar visibilidad a este caso. «No vamos a parar hasta que mi hermana aparezca», señalaba entonces. La familia de Gabriela Reyes también explicaba en esa manifestación que habían echado en falta un mayor arrope por parte de las instituciones y que representantes de las mismas hubieran acudido a las movilizaciones convocadas.

Al mismo tiempo, Mariel Reyes señalaba que se habían sentido apoyados por la gente de Iruñea, y expresó su agradecimiento por ello.

Durante las tareas de búsqueda de Gabriela Reyes se había inspeccionado el cauce del río Arga en varios puntos, pero no habían encontrado ningún indicio de que pudiera hallarse en la zona.