Qatar, principal mediador en las negociaciones entre Israel y Hamas, reconoce que el escenario «no es muy prometedor en los últimos días». Así lo expuso ayer el primer ministro qatarí, Mohammed bin Abdelrahmane al-Thani, en Múnich, que ha acogido el pasado fin de semana la anual Conferencia de Seguridad .

Esta arrancó con la conmoción por la muerte en prisión del opositor ruso Alexei Navalni pero ha estado centrada en Ucrania -con la victoria rusa en Avdiivka- y Gaza. El jeque quatarí insistió en que «haremos todo lo posible para acercarnos» a un acuerdo.

Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no cede un ápice. Tilda de «delirantes» las exigencias de Hamas sobre una retirada y el canje de rehenes por presos palestinos con largas condenas. Rechaza las peticiones de no atacar Rafah, porque «supondría perder una guerra que estamos a punto de ganar» (Israel anunció ayer haber matado a medio centenar de milicianos de Hamas) y añade que «no habría mayor premio para el terror» que reconocer un Estado palestino,

GUIÑOS SIN ÉXITO

El ministro de Exteriores saudí, Faisal bin Farhan, aseguró en Múnich que los países árabes se habrían comprometido a integrar a Israel en la región si se crea un Estado palestino, una propuesta que secundó el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien estimó que Israel «tiene una oportunidad extraordinaria» para garantizar su seguridad a largo plazo».

Presente en la conferencia, el presidente israelí, Isaac Herzog, concedió que «normalizar las relaciones con Arabia Saudí sería claramente una victoria sobre lo que hizo Hamas», pero añadió que Israel sigue «traumatizado» por el 7-O, por lo que desestimó la posibilidad de abordar la creación de un Estado palestino en el corto plazo, «sin antes garantizar la seguridad de Israel». Una seguridad que, le replicó Blinken, ha habría conseguido a corto y medio plazo con su guerra contra Hamas, pero que no servirá para «romper ese círculo vicioso que se repite cada cinco o diez años».

VETO DE ESTADOS UNIDOS EN LA ONU

Más allá de las palabras, y sin poner en duda que el inquilino de la Casa Blanca, inmerso ya en campaña electoral, insiste en recordar a Netanyahu que no está de acuerdo con una operación militar contra la atiborrada Rafah, en el sur de la Franja, los hechos son tercos y confirman el apoyo de Estados Unidos a su histórico «gendarme» en Oriente Medio.

Washington ha advertido que vetará una resolución presentada por Argelia en el Consejo de Seguridad para su voto el martes y que exige un alto el fuego humanitario inmediato, rechaza el desplazamiento forzado de los gazatíes y exige a Hamas la liberación de todos los rehenes.

Hamas, que por boca de su líder en el exilio, Ismail Haniyeh, marcó sus condiciones para ello, amenazó ayer con abandonar las conversaciones si no se entrega ayuda (humanitaria) al norte de Gaza, amenazada de hambruna.

El representante de esa organizaicón en Líbano, Osama Hamdan, afirmó en Teherán que el llamado Eje de la Resistencia será uno de los principales actores en el futuro de Oriente Medio.

«Después de 140 días de guerra la situación de la resistencia es mejor de lo que se imaginan», aseguró.

Lula denuncia un genocidio nazi, para ira de Israel

«Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza no es una guerra, es un genocidio», declaró el presidente brasileño, Inazio Lula Da Silva, a la prensa en el marco de la 37ª Cumbre Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana (UA), en Adís Abeba. Redundó en que algo similar a «una guerra entre un ejército muy preparado y mujeres y niños» no había ocurrido antes en la historia, salvo «cuando Hitler decidió matar a los judíos».

El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, convocó al embajador brasileño en el país, Frederico Meyer, a una reunión hoy, lunes, para expresarle su protesta por estas declaraciones. GARA