Iratxe FRESNEDA
Docente e investigadora audiovisual

El expolio colonial

Noviembre de 2021. 26 obras artísticas del Reino de Dahomey están a punto de abandonar París para regresar a su país de origen, la actual República de Benín. Junto con otros miles, estos objetos fueron saqueados por las tropas coloniales francesas en 1892. La oscuridad, un proceso de embalaje y el viaje de retorno de los objetos usurpados forman parte del arranque de ‘‘Dahomey’’ la película de la realizadora francesa Matti Diop que pudimos ver en la Berlinale.

Desde una combinación entre el modo de hacer canónico del documental y el realismo fantástico, Diop enfrenta la voz de la estatua de madera del rey Ghezo a la diversidad de las voces de jóvenes que encarnan el nuevo Benin. La efigie inanimada que ha viajado desde Europa, habla y subraya certezas ante las dudas de una comunidad que se debate entre el aplauso y la indignación (únicamente 26 de las 7000 obras robadas han sido devueltas). Como la estatua del rey que duda en la película ante la idoneidad de ser expuesta en un museo comparando este hecho como ser destinado al ostracismo, los rostros de las gentes se confunden y se mezclan en el devenir del día a día. Rostros que parecen estar al margen de los acontecimientos, que parecen haber olvidado que, ahora, su lengua vehicular es la que llegó a través del mar y se llevó la suya.