Nadie dudaba de que la semifinal de Copa fuera a decidirse en el partido de vuelta, pero poco faltó para que la Real llegara a Zubieta con pie y medio en la segunda final de su historia, después de que Lete detuviera un penalti en el primer tiempo y Amaiur Sarriegi marcara un gol en el segundo. Pero Gaby García cabeceó en el descuento un gol que no celebró ante sus excompañeras, que recompensó el esfuerzo de un equipo que envió cuatro balones al larguero y que aplazó la resolución de la eliminatoria al próximo miércoles.

Tuvo fortuna la Real, con tanta intervención de la madera, pero también jugó un buen partido y, sobre todo, tuvo eficacia en las áreas, al menos hasta ese fatídico minuto 91. La tuvo en la suya, donde se defendió bien el equipo guipuzcoano, que prácticamente solo concedió esa acción postrera de Gaby, la incursión de Ajibade que se saldó con el penalti, y el cabezazo de una Sheila sorprendentemente desmarcada que se fue al larguero. También en la ajena, donde aprovechó una de sus contadísimas ocasiones para marcar lo que durante un buen rato fue la sentencia.

La Real arrancó conservadora. Le sirvió para que su rival no generara demasiado peligro pero, a cambio, apenas se acercó a Lola Gallardo. Un error de Ane Etxezarreta posibilitó la primera acción clara de las madrileñas, bien resuelta por Lete, y aceleró el partido por los dos lados. La Real adelantó la presión, lo que le permitió recuperar más arriba e inquietar al Atlético aunque le faltó claridad para generar verdadero peligro.

Sí lo hicieron las colchoneras cuando aceleraron en la recta final del primer tiempo. A diez minutos del descanso, conseguía llegar al área con peligro por primera vez y provocaba el penalti evitable de Tejada. Lo ejecutó Sheila Guijarro, que se encontró con la gran respuesta de Lete. La de Zumarraga volvió a lucirse despejando junto a la madera un centro envenenado y al filo del descanso le salvó el larguero repeliendo un cabezazo de Sheila. Casi lo redondea la Real en el contragolpe posterior, con un balón de Jensen para la incorporación de Emma por la derecha, que Ajibade acabó cortando en el área para enviarlo a córner.

Leicy Santos sustituyó a Cardona en el descanso y, por el retoque o por la charla de Manolo Cano en el vestuario, el Atlético encaró mejor el segundo tiempo. Las donostiarras le frenaron en los primeros minutos, pero fueron perdiendo terreno y ganando en sustos. Con otro larguerazo incluido, esta vez con la firma de Boe Risa. Dominaba el equipo madrileño pero no acababa de agobiar a su rival, así que su técnico metió más dinamita en el campo.

A LA PRIMERA

Pero la buena salía del banquillo realista. Ocho minutos llevaba en el verde Amaiur cuando culminó un contragolpe para anotar el 0-1. Lo organizaban entre Jensen y Franssi para que la donostiarra recibiera desmarcada, entrara al área por la derecha y, tras recortar a Moraza, colara por el palo corto la única ocasión de su equipo en la segunda parte.

El gol le sentó de maravilla a la Real, que no llegó a evitar pero sí postegó la reacción de un rival visiblemente nervioso. Pero el querer es poder y, conforme se acercó el final, las colchoneras fueron acercándose más y con mayor peligro. El larguero volvió a evitar su gol, esta vez el de Ludmila, y por poco no hizo lo propio, porque lo ajustó a la escuadra, con el cabezazo de Gaby García cuando pasaba un minuto del noventa. Cronogorcevic envió una falta al área y la venezolana ganó en el salto a Vanegas para cabecear el empate.

Disgusto para las donostiarras que pronto se convirtió en alivio porque en el descuento el Atlético, esta vez con el remate de Banini, estrelló un cuarto balón en el larguero.