«En lugar de decirnos que construirán un puerto para ayudarnos, dejen de proporcionar las armas que nos arrojan», denunció Hassan Maslah, un palestino desplazado de Jan Yunis, ahora refugiado en Rafah. «Todas estas armas estadounidenses están matando a nuestros hijos y matándonos a nosotros dondequiera que vayamos. No necesitamos su ayuda, los necesitamos para detener la matanza, detener la muerte», añadió, según recogió la cadena Al-Jazeera.

El presidente de EEUU, Joe Biden, avanzó el jueves en su discurso sobre el Estado de la Unión un plan para construir un puerto temporal frente a la costa de Gaza para intensificar la entrega de ayuda. La ayuda llegaría al muelle y luego se recargaría en barcos más pequeños para llevarla a Gaza.

A medida que avanza la campaña electoral, Biden se esfuerza en reiterar el apoyo a Israel y utilizar a la vez la ayuda para contrarrestar las crecientes críticas internas.

Aunque esta construcción tardaría meses, EEUU, la UE y Gran Bretaña anunciaron ayer la apertura de un corredor marítimo desde Chipre -a 379 km- este fin de semana. La situación de hambre y de desesperación en Gaza es tal que cualquier ayuda es necesaria, pero organizaciones como Ayuda Médica para los Palestinos criticaron que «los lanzamientos desde el aire, los puertos marítimos temporales y similares no son soluciones realistas ni duraderas para evitar la hambruna y sostener la vida en Gaza».

CINCO MUERTOS, APLASTADOS POR LA AYUDA

También médicos que trabajan en los hospitales gazatíes reclamaron que se levante el asedio a la Franja y se abran los cruces terrestres, donde cientos de camiones esperan para acceder al enclave, bloqueados por el Ejército y civiles ultras desde hace semanas. Prueba de la ineficacia y el riesgo de los lanzamientos desde el aire, al menos cinco personas murieron y varias más resultaron heridas ayer por el impacto de los palés de ayuda de humanitaria arrojados desde aviones sobre ciudad de Gaza.

Los paracaídas no se abrieron, por lo que cayeron a gran velocidad sobre el tejado de un edificio en el que se refugiaron decenas de personas al ver cómo la ayuda se precipitaba al vacío «como cohetes».

«Hay una forma más fácil y barata de llevar los suministros que tanto se necesitan a Gaza. Es la vía por carretera, enviando más camiones», manifestó la Unrwa.

«Esta es la primera vez que escucho a alguien decir que necesitamos utilizar un muelle. Nadie ha pedido un muelle, ni el pueblo palestino ni la comunidad humanitaria», deploró Michael Fakhri, relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación sobre la propuesta estadounidense, que calificó de «cínica». Recordó que, al mismo tiempo que la formula, EEUU proporciona bombas, municiones y apoyo financiero a Israel.

Desde el 7 de octubre, Biden ha aprobado dos ventas de armas a Israel de forma pública: 106 millones de dólares en municiones para tanques y 147,5 millones de dólares en componentes para proyectiles de 155 mm, pero además ha dado luz verde de forma encubierta más de 100 ventas adicionales, según “The Washington Post”. Miles de municiones guiadas, bombas de diámetro pequeño, bombas «revienta búnkeres» y otras armas letales han llegado a Israel en forma más rápida y eficaz que la ayuda humanitaria a Palestina.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, anunció que el corredor marítimo empezará a funcionar mañana o pasado mañana, aunque un primer viaje piloto saldría de Chipre ayer mismo con el Open Arms. La ONU se desmarcó. «Obviamente nos alegra que vaya a llegar ayuda por otros medios, pero nada puede reemplazar la llegada de ayuda y tráfico comercial a gran escala a través de rutas terrestres», explicó Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, que aclaró que el organismo tampoco está involucrado en la construcción del puerto temporal anunciada por Biden.

La idea del corredor no es nueva. En octubre, el Gobierno chipriota ya había propuesto a Israel y Egipto un plan para enviar ayuda humanitaria a Gaza por mar. Equipos israelíes se desplazaron a Chipre para estudiar la infraestructura necesaria. Ayer, Israel acogió ayer «con satisfacción» la noticia.

Y el muelle artificial de EEUU encaja con la delirante idea del ministro israelí de Exteriores, el ultra Israel Katz, que dejó perplejos a finales de enero a los líderes de la UE al presentar un proyecto de isla artificial para conectar Gaza con el resto del mundo.

En ambos casos subyace la idea de desentenderse de la población palestina como Estado ocupante, dejarla en manos de «terceros», y continuar acentuando la ocupación y el asedio.

Las colonias, otro crimen de guerra

La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos acusó a Israel de estar acelerando su ocupación de Cisjordania con asentamientos ilegales, una práctica que, recordó, constituye un crimen de guerra bajo las leyes internacionales. Un informe presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por el alto comisionado Volker Türk denunció que entre el 1 de noviembre de 2022 y el 31 de octubre de 2023 se añadieron 24.300 viviendas a las colonias israelíes en Cisjordania, el mayor número desde que se inició este rastreo en 2017. El número siguió aumentando tras el 7 de octubre y esta misma semana se conocieron planes para la construcción de otras 3.476 viviendas en Cisjordania.

Desde entonces, también han aumentado los ataques a palestinos, con al menos 603 confirmados en los últimos cinco meses, en los que han muerto al menos 405 personas: 396 a manos de fuerzas de seguridad israelíes y nueve por disparos de colonos. El informe denuncia que la violencia de las fuerzas israelíes y los colonos se asemeja cada vez más y es difícil a menudo diferenciar entre una y otra, dado que a menudo los colonos levan uniformes y armamento militar o son protegidos por las tropas.

En esos ataques también se ha expulsado a la fuerza de sus hogares a 1.222 palestinos, entre ellos 592 cuyas viviendas fueron demolidas con el argumento de que carecían de permisos de construcción, casi imposibles de conseguir. Colonias y pogromos van acompañados de otras estrategias para amedrantar a la población palestina como desalojos forzados, no emisión de permisos de construcción, demoliciones de viviendas y restricciones de movimientos.GARA

Israel se autoexculpa de la masacre de la harina

Hamas y la Autoridad Palestina rechazaron la investigación del Ejército israelí sobre la «masacre de la harina», en la que el pasado 29 de febrero mató a 118 palestinos y donde más de 700 resultaron heridos, a pesar de lo cual concluye que sus tropas no dispararon contra el convoy de ayuda humanitaria. Según el Ejército, la muchedumbre hambrienta se abalanzó sobre los camiones en una estampida que provocó muertes por asfixia, a pesar de que en los hospitales las víctimas presentaban heridas de bala y metralla. El Ejército admite solo que disparó «contra sospechosos que se acercaron a las fuerzas cercanas y representaron una amenaza para ellas». Hamas acusó a Israel de «intentar exonerar del crimen a sus soldados» ante la condena internacional generalizada que provocó la «masacre de la harina», en la que cometieron «crímenes horrendos sin otra justificación que su sed de matar a más en nuestro pueblo». La Autoridad Palestina pidió a la comunidad internacional que establezca un comité de investigación independiente. «El acusado no debería investigarse a sí mismo», indicó, y acusó a Israel de «mentir siempre, y de encubrir a sus soldados».GARA