El Eibar retoma la Liga con su triunfo más prestigioso de la temporada. Tras un inicio inquietante, que puso el partido muy cuesta arriba, y ante el rival que le había endosado la derrota más contundente del curso -1-6 en Ipurua en la primera vuelta-, las azulgranas voltearon el marcador para acercarse a una permanencia que se encarece tras el triunfo del Granada, ganar por primera vez a uno de los integrantes del «top5» y confirmar la trayectoria ascendente que vienen marcando desde que empezó la Liga y que además avanza a velocidad creciente.

Le había gustado a Yerai Martín, y a quién no, el partido contra el Levante y alineó un once casi idéntico, con Ane Campos por Espe Pizarro. El encuentro, sin embargo, empezó de manera muy diferente. Le faltaba intensidad al Eibar y le sobraba al Madrid, que al medio minuto tuvo una ocasión clarísima y en un cuarto de hora enlazó un gol bien anulado, un gol válido que complicaba la tarde y un balón al palo.

Ese último acabó de despertar a las armeras, que adelantaron filas para presionar cada vez más arriba y cada vez con más gente. El partido pasó a jugarse en el área local casi sin interrupción y Andrea Álvarez puso nombre al premio marcando el 1-1.

Empezó con ocasión clarísima de Gio salvada por Carla el segundo tiempo, que sin embargo estuvo más igualado y algo más tranquilo. Hasta que se revolucionó a un cuarto de hora del final. Primero con otras dos llegadas de la brasileña a las que respondió fenomenal Miralles. Y acto seguido, con el penalti de Monica a Ane Campos. Fue justito pero no dudó la árbitra. Sí lo hizo Espe Pizarro, que envió la pelota a las nubes.

Se oía a distancia cómo le hervía la sangre a la uruguaya, que vaya si se resarció. Solo cinco minutos después, soltó un zapatazo desde fuera del área que entró por la escuadra para convertirse en el 1-2 definitivo. El Madrid pisó el acelerador en una recta final que se vivió exclusivamente en el área armera, pero el Eibar no soltó sus puntos.