Anjel ORDOÑEZ
Periodista
JOPUNTUA

No lo vieron venir

Hoy se cumplen 20 años de los atentados de Al Qaeda en Madrid, en los que murieron más de 190 personas y cerca de 2.000 resultaron heridas. Una tragedia sin precedentes en Europa, que el propio Bin Laden justificó como represalia por la participación española en la guerra de Irak. Han pasado dos décadas y, todavía, una parte de la derecha española sigue atribuyendo los atentados a una suerte de confabulación del PSOE, ETA, el yihadismo, miembros de las FSE, Polanco, Marruecos, los jueces y el sursuncorda para derribar el Gobierno del PP.

Aquella fatídica mañana de invierno, las bombas colocadas por una célula islamista sacudieron los más profundos cimientos del Estado español. El seísmo político causado puso contra las cuerdas a un ejecutivo consciente de que, a falta de tres días para las elecciones generales, la opinión pública reaccionaría responsabilizando de la masacre a quienes promovieron de forma infame una guerra absurda. Corría peligro, no solo la mayoría absoluta a la que aspiraba el candidato Rajoy, sino incluso la propia victoria en las urnas. Solamente cabía una salida: culpar a ETA y mantener la mentira hasta pasada la jornada electoral. A pesar de lo que indicaba la lógica, a pesar de las inéquivocas declaraciones de la izquierda abertzale, a pesar de las pruebas y los hechos, a pesar de los pesares. Mintieron conscientemente Aznar, Acebes, Zaplana y Astarloa. Mintieron Losantos, Pedrojota, Urdaci, la Cope, “El Mundo” y toda la caterva de medios afines a la caverna.

El 11M constituyó un punto de inflexión en la revisión de las teorías clásicas de la creación de opinión pública. Aznar presionó al máximo a los directores de los periódicos, radios y televisiones. También a las embajadas e incluso a la propia ONU. Su maquinaria de manipulación sedujo a la mayoría de los medios que, al menos en un primer momento, compraron la patraña. Sin embargo, contra todo pronóstico, la verdad se hizo camino al margen de los canales tradicionales. En esas horas cruciales, internet multiplicó por 8 su actividad habitual. No lo vieron venir.