Pablo RUIZ DE ARETXABALETA

Una carretera estratégica para controlar Gaza a largo plazo

Entre la devastación que ha provocado en Gaza, Israel ha construido una carretera de 6,5 kilómetros que divide la Franja en dos. Los objetivos «logísticos» del llamado «corredor Netzarim», el control del norte y sur del territorio y el paso de tropas, pueden ir más allá y revelar planes a largo plazo para la Franja.

Soldados israelíes avanzan por una carretera en la Franja de Gaza.
Soldados israelíes avanzan por una carretera en la Franja de Gaza. (Menahem KAHANA | AFP)

Israel ha destruido o dañado gravemente cerca del 80% de la infraestructura civil de la Franja de Gaza, incluidos hogares, hospitales y escuelas. Imágenes grabadas por los propios soldados israelíes han probado la devastación sistemática de barrios enteros y edificios públicos. El enclave se ha vuelto prácticamente inhabitable para los palestinos.

En contraste con esa desolación provocada, el Ejército israelí acaba de completar la construcción de una carretera. ¿Para qué? Se trata del «corredor Netzarim» (nombre de una antigua colonia en Gaza), que divide la Franja en dos.

El pasado 11 de marzo las fuerzas israelíes anunciaron la finalización de esta carretera, que se extiende desde la colonia Nahal Oz hasta la costa mediterránea, bordeando por el sur la ciudad de Gaza.

Imágenes de satélite del 6 de marzo de 2024 confirmaron la finalización de este corredor de 6,5 kilómetros de largo.

De ellos, unos dos kilómetros ya existían antes de la invasión de la Franja por parte de Israel, el pasado octubre. Además de extenderla, las tropas han reparado partes que fueron destruidas por sus propios vehículos blindados y la han reforzado con carriles múltiples para varios tipos de vehículos militares.

Ahora parece tener una utilidad más estratégica que la prevista como apoyo de la ofensiva terrestre.

Una brigada de Infantería Blindada israelí se ha instalado en una zona de «amortiguamiento» de 1 kilómetro al norte y al sur de la carretera. El lugar estaba jalonado de edificios civiles y públicos. Ya no queda nada. La unidad 601 del Cuerpo de Ingeniería se ha encargado de demolerlos todos. El informe publicado el mes pasado por medios israelíes señala que el Ejército israelí planea utilizar el corredor durante al menos un año con fines «logísticos», lo que revela los planes de Israel de permanecer en Gaza durante un largo periodo de tiempo y alguna forma de ocupación del territorio.

El Ejército israelí explicó a la cadena CNN que utilizará la carretera «para establecer un punto de apoyo operativo en la región» y permitir «el paso de fuerzas militares así como equipo logístico».

El ministro israelí de Asuntos de la Diáspora, Amichai Chikli, del Likud, señaló que la carretera permitirá al Ejército asaltar fácilmente el norte y el sur de Gaza y dará a las tropas un mayor control y vigilancia sobre los civiles que tratan de cruzar de un extremo del enclave al otro.

Pero los fines estratégicos de Israel podrían ir más allá de este control del territorio. Medios turcos ligan la zona en la que termina la carretera en la costa con el muelle que EEUU prevé construir frente a Gaza para llevar «ayuda humanitaria». Medios sionistas han aplaudido la iniciativa estadounidense al destacar las implicaciones militares, políticas y estratégicas del puerto, que se completarían con la nueva autopista. Así, el excoronel de los servicios secretos militares Ygal Carmon subraya que el hecho de que el corredor marítimo involucre a Emiratos Árabes Unidos -además de la UE- y desplace a Qatar debilitará a la resistencia palestina, y eliminará su control sobre la gestión del territorio y los suministros que llegan.

A la vez, también excluye a la Unrwa, agencia de Naciones Unidas que ha concentrado la ayuda a los palestinos durante décadas y que ahora Israel quiere vetar.

Además, Carmon cree que serviría como excusa para forzar el desplazamiento de los habitantes de Rafah hacia esa zona donde supuestamente se recibirían alimentos.

Medios turcos relacionan también ambas infraestructuras con los yacimientos de gas del Mediterráneo, en aguas que debían corresponder a Palestina, y los planes de Israel para explotarlos.

Mientras bombardeaba la Franja, el pasado 29 de octubre el Gobierno israelí adjudicó a seis compañías energéticas nuevas licencias para la exploración de gas natural en el Mediterráneo oriental. Aunque las ofertas se hicieron a principios de año, el momento del anuncio fue diseñado para fomentar la confianza de los inversores en Israel en medio de su brutal agresión contra Gaza. Las compañías ganadoras se han comprometido a una inversión sin precedentes en la exploración de gas natural en los próximos tres años.