Por lo visto han decidido que se entre en guerra abierta en territorio europeo. Son muy listos los estrategas norteamericanos. Parece que se han dicho: movemos el avispero, cabreamos un poco más a Rusia, vendemos armas a Ucrania y los países satélites, reactivamos a la OTAN que está un poco adormilada y en unos meses se lanzan unos cuantos pepinos gordos, se crea una crisis económica de las de verdad y nosotros tan panchos, con Trump o Biden al frente de los ejércitos de vendedores de armas, de constructores de edificios, de suministradores de petróleo.

Todo parece estar preparado para crear este ambiente. Las elecciones rusas, con un Putin emperador, les propicia esta avanzada guerrera y lo peor de todo es que hay varios dirigentes políticos que están ya comprados, forman parte del problema, de la causa armamentística. Su labor actual es intoxicar a las sociedades para forzar la necesidad de gastar más en armamento porque ha dicho alguien que Putin quiere hacerse con todo Europa, que como gane en Ucrania lo tenemos al mes siguiente en Notre Dame y al siguiente en Sol.

Todo lo escrito no es fruto de mis elucubraciones, ni de mis cambios de personalidad, ni debido a una tendencia al catastrofismo, es un simple repaso a las noticias, a los comunicados de organismos, conferencias y convenciones. Tiene más fundamento objetivo que si escribo algo sobre la monarquía británica, Ayuso u Osasuna. Es tan cierto como que han detectado una colonia de hormigas locas en Barcelona. Si se empeñan, lo conseguirán.