Iraia OIARZABAL
Jefa de redacción de contenidos
2012

Cabacas: la herida abierta que instó a cambiar el modelo policial

Aficionados del Athletic portan fotos de Iñigo Cabacas durante un partido en San Mamés.
Aficionados del Athletic portan fotos de Iñigo Cabacas durante un partido en San Mamés. (Marisol RAMÍREZ | FOKU)

Un estruendo, el sonido de un golpe seco, apagó la alegría de los aficionados del Athletic que celebraban la victoria de su equipo tal día como hoy, en 2012. Un furgón de la Ertzaintza irrumpió en el callejón de María Díaz de Haro y cargó con material antidisturbios. Una actuación injustificada que tuvo fatales consecuencias. Iñigo Cabacas Lize- ranzu, natural de Basauri, fallecía cuatro días después como consecuencia de un pelotazo.

La confusión reinó en los primeros minutos. Nadie comprendía lo que estaba sucediendo ni el porqué de la actuación policial. Minutos antes del caos, reinaban la euforia y el buen ambiente. En cuestión de segundos, todo se desvaneció. Pitu, como todo el mundo conocía a Iñigo Cabacas, recibió el impacto de una pelota de goma en la cabeza. Entonces tenía 28 años.

Pasaron horas hasta que trascendieron los primeros datos de lo que ocurrió aquella noche. La versión oficial sostenía que en el lugar de los hechos se estaban produciendo incidentes entre aficionados. Los testigos no tardarían en desmentirlo. Iñigo Cabacas permanecía en el hospital de Basurto, en estado muy grave. El día 9 de abril, se apagó.

La consternación, unida a la impotencia por la falta de información clara, fue una constante en los primeros días y durante el procedimiento judicial que se abriría después. Un largo proceso en el que la familia luchó incansablemente. Manu Cabacas y Fina Lizeranzu, los padres de Iñigo, no han cejado en su objetivo. Los hemos visto rotos de dolor, enfadados y cansados. Pero nunca rendidos.

«ENTRAR CON TODO»

Con Patxi Lopez liderando el Gobierno de Lakua y Rodolfo Ares a cargo de la cartera de Interior, la versión oficial trató desde el principio de desviar la atención e impedir que se señalara a la Ertzaintza. Las declaraciones públicas incidían en la existencia de disturbios en la zona e incluso se relacióno a Cabacas con las supuestas trifulcas. Acusaciones que ahondaban en el dolor de una familia que se sentía indefensa.

Un año después, en abril de 2013, el director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, afirmó que la muerte de Cabacas debía calificarse de «accidente». Unos días después de estas declaraciones de Gabirondo, GARA y NAIZ desvelaron información esclarecedora. La publicación de las comunicaciones de la Ertzaintza en la noche de los hechos dejó constancia de que, efectivamente, la actuación de la Ertzaintza respondía a una decisión, que no fue algo imprevisto. El mando a cargo de la operación, conocido como «Ugarteko», dio la orden expresa de «entrar con todo» en el callejón a pesar de que los agentes presentes le indicaron que allí no había ningún incidente.

La publicación de los audios de la Ertzaintza generó un gran revuelo. Por un lado, la indignación de quienes denunciaron la actuación policial y reclamaban información clara y veraz sobre lo sucedido aquella noche. Por otro, la negación entre representantes gubernamentales y del ente policial. La respuesta no se hizo esperar y «Ugarteko» arremetió contra el mensajero. El director de GARA, Iñaki Soto, el periodista Iñaki Iriondo y la abogada de la familia Cabacas-Lizeranzu, Jone Goirizelaia, fueron demandados. Y paradojas de la vida, este fue el primer juicio que se celebró en el «caso Cabacas». Fue en enero de 2018.

En febrero, el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Bilbo desestimó íntegramente la demanda de «Ugarteko».

NI JUSTICIA, NI REPARACIÓN

Tras años de instrucción y un importante apoyo popular a la familia, el 15 de octubre de 2018 comenzó el juicio por la muerte de Iñigo Cabacas. «Ugarteko» no fue imputado, tan solo declaró como testigo. El agente admitió que dio la orden de intervenir y «entrar con todo para asegurar la zona», pero negó que la forma en que se hiciese fuese responsabilidad suya y señaló al oficial al mando en la zona.

Tras un juicio en el que la defensa de la familia Cabacas-Lizeranzu se enfrentó a todo tipo obstáculos, la Audiencia Provincial de Bizkaia condenó a dos años de prisión al oficial Juan José de Pablo y absolvió a los otros cinco ertzainas juzgados. El condenado es el mando que aquel 5 abril de 2012 defendió no cargar en el callejón de María Díaz de Haro.

El fallo destacaba la «deficiente investigación» que efectuó la Ertzaintza y que «la actuación policial no estaba justificada». Sin embargo, no aclaró quién efectuó el disparo que mató a Iñigo. Asimismo, señalaba a las fallas en la investigación y citaba expresamente la ausencia de control en el búnker de la comisaría de Deustu, lo que impidió analizar las armas empleadas aquel día.

La falta de apoyo institucional, los obstáculos para investigar lo sucedido, el corporativismo de la Ertzaintza... La vía judicial del «caso Cabacas» se ha topado constantemente con estos muros. El agente condenado no llegó a entrar en prisión. Jorge Aldekoa, el jefe de la Ertzaintza, dimitió en diciembre de 2018 a raíz de la sentencia del ´caso Cabacas». Dos meses antes, durante el juicio, exoneró a «Ugarteko» de la carga que hirió de muerte a Iñigo.

Han pasado 12 años desde aquella fatídica noche. Se produjo en un contexto muy preciso, además. Apenas habían pasado cinco meses desde que ETA decretara el final de la lucha armada, lo que abría un nuevo ciclo, en el que todo el mundo debía cambiar, también la Ertzaintza. El «caso Cabacas» se convirtió en un símbolo para pedir un debate en profundidad sobre el modelo policial.

Sin embargo, el juicio evindenció la impunidad existente en el seno de la Ertzaintza. Más de una década después hemos asistido a nuevas actuaciones injustificadas por parte de la Policía autonómica. La demanda de un debate profundo sobre el modelo policial sigue, por tanto, sobre la mesa. El silencio ante el dolor causado, mantiene aún las heridas abiertas.



[2013] Un documental para arrojar luz a la muerte de «Pitu»

Producido por Karlos Trijueque, con la colaboración de NAIZ, el documental “Iñigo Cabacas. Crónica de una herida abierta” desgrana con gran precisión lo acontecido aquel fatídico 5 de abril de 2012 y las posteriores reacciones institucionales tras la muerte de Iñigo. La producción vio la luz en 2013 y tuvo una gran acogida. Recoge testimonios de testigos, familiares y amigos del hincha del Athletic, quienes relatan de primera mano la actuación de la Ertzaintza. El trabajo incluye las grabaciones de las comunicaciones internas de la Ertzaintza difundidas por GARA y NAIZ.

El propio Trijueque reconocía el impacto que le produjo escuchar aquellos audios. En una entrevista ofrecida a NAIZ horas antes de su estreno, definía así el objetivo de su trabajo: «Básicamente, mi pregunta principal era ¿que pasó allí? ¿cómo es posible que no se sepa cómo ha muerto? ¿qué ha pasado? Que la gente sepa con detalles qué ocurrió esa noche. Y a partir de ahí, que se puedan dar debates sobre la necesidad de depurar responsabilidades por aquella carga o el cambio en el modelo policial».