El Agente Primero de la Brigada de Delitos contra las Personas de la Policía Foral, Pablo de la Fuente, quien ya tuviera un papel decisivo en la identificación de los autores de la violación de los sanfermines de 2016, imploró ayer a la ciudadanía que denuncie cuanto antes las desapariciones y no caiga en el «mito» de esperar 24 horas, ya que van «contra reloj» y unos minutos pueden ser claves para evitar un desenlace fatal.

Lanzó esta advertencia durante su ponencia en las jornadas sobre desapariciones organizadas ayer por la Policía Foral en el Parlamento.

«Hay que denunciar la desaparición en el mismo momento que se tiene consciencia de la misma porque vamos contra reloj» y «las primeras horas son fundamentales para el esclarecimiento», subrayó.

De hecho, señaló que varias veces al año intervienen en intentos autolíticos en los que los facultativos les han confirmado que «15 minutos más tarde no habría remedio», por lo que esta prontitud en la respuesta puede dar una segunda oportunidad a esa persona.

Del total de desapariciones vitales que atienden, indicó, 39% son en adultos, de las que resuelven el 89% en 11 horas o menos. Del 11% restante, lamentó, en una de cada tres se da un desenlace fatal.

Aprovechando su visita al Parlamento, el agente instó a los grupos a que impulsen más avances legislativos que permitan reducir los tiempos de respuesta, si bien reconoció que los jueces de instrucción con los que trabajan «normalmente son muy ágiles». De igual modo, pidió más recursos técnicos y humanos, ya que solo hay seis personas en la brigada.

De la Fuente aclaró, además, que todas las desapariciones reciben el mismo tratamiento de investigación, si bien en el caso de los menores de edad se da una diferenciación legal y judicial, puesto que «un mayor de edad se puede ir donde quiera y un menor está bajo la custodia de sus padres y no puede irse».