Estados Unidos ha reimpuesto las restricciones a la exportación de petróleo y gas venezolano, en respuesta a lo que considera un incumplimiento de los compromisos electorales del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

La Administración de Joe Biden había aliviado esas sanciones en octubre. Según lo anunciado el miércoles, el Departamento del Tesoro estadounidense no renovará la Licencia General 44, que en los últimos seis meses ha permitido las operaciones de empresas extranjeras en el sector del petróleo y el gas venezolano. En su lugar, el Tesoro emitió la Licencia 44A, que obliga a las empresas extranjeras que quieran hacer negocios con la petrolera estatal Petróleos Venezolanos (Pdvsa) a solicitar autorizaciones individuales que serán evaluadas caso por caso. Washington podrá denegar estos permisos cuando considere que violan la seguridad nacional y los intereses de política exterior de EEUU.

El fin del alivio supone un giro de la política de la Administración de Biden, quien había intentado desmarcarse de la estrategia de su antecesor, el republicano Donald Trump (2017-2021), de poner presión máxima sobre Venezuela para intentar derrocar a Maduro.

En respuesta a estas sanciones, Maduro afirmó que «no hay sanción, no hay amenaza que, hoy por hoy, le haga daño al esfuerzo de construir un nuevo modelo económico productivo, porque no dependemos de nadie, solo de nuestro esfuerzo y de la unión que tenemos». Aseguró que la economía crecerá aproximadamente un 8%. «Venezuela piensa con cabeza propia y el nuevo modelo económico seguirá su rumbo», añadió.