Como «una oportunidad para conectar con la sociedad» calificó ayer la reforma del Amejoramiento la profesora de Derecho Constitucional Asunción de la Iglesia, que fue la primera experta invitada por el Parlamento navarro a la Ponencia de estudio para la actualización de la Lorafna. Su comparecencia había sido solicitada por PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo Zurekin.

En su intervención, hizo un repaso histórico del recorrido singular del derecho navarro. Así, señaló que, vinculado a su identidad propia desde el siglo VIII y que se ha mantenido con diferentes adaptaciones a los cambios políticos y a la pérdida de independencia como reino, el Fuero ha sobrevivido como derecho histórico hasta la actualidad, cuando se refleja en la Lorafna de 1982 (con dos pequeñas reformas en 2001 y 2010), que lo encaja en la Constitución estatal.

Sin embargo, en estos últimos 40 años, la sociedad ha cambiado «de manera extraordinaria» y, además, ahora está afectada por novedades como «el efecto Unión Europea, la globalización o figuras que no estaban en el modelo anterior, como el Tribunal Constitucional», dijo la experta.

Con todo ello, ya tras valorar la actividad y aportación del Parlamento navarro en este contexto, reflexionó con diez consideraciones finales que deberían tener en cuenta los parlamentarios a la hora de abordar una eventual reforma de la Lorafna. La primera, la del «impacto», con trascendencia política, jurídica y social de lo que hagan.

PRECISIÓN TÉCNICA Y RIGOR

La profesora fue insistente a la hora de sugerir «precisión técnica» y rigor en temas que están «abonados al conflicto»; «vocación integradora y no divisoria», garantía jurisdiccional y la necesidad de «encontrar el equilibrio entre conservar elementos y mejorar las instituciones».

También advirtió la experta de la necesidad de sostener un «lenguaje jurídico», para culminar con la advertencia de que lo que se haga aquí sea «amejorar», porque «las reformas tienen que estar muy calibradas y deben ser una modificación que aporte».

«Una reforma estatutaria es una oportunidad para conectar con la sociedad, con los problemas sociales y una apertura a la sociedad civil, un proceso de escucha a la sociedad navarra para ver por dónde vamos», incidió De la Iglesia.

Después, y a preguntas de los parlamentarios, reconoció que si las reformas son a través de una proposición de ley, esta debería ser «compartida» por los grupos, firmada por el mayor número posible de ellos, para no romper el «procedimiento integrador».

Evitó, sin embargo, apuntar las áreas que deberían reformarse, porque «ese es el papel de la política», pero destacó que «debe quedar un equilibrio entre lo identitario y la mejora».

«El riesgo de anquilosamiento de las normas jurídicas también es grande», reconoció la experta.