GARA
BERLÍN

Más de 30 grandes empresas alemanas recuerdan que necesitan migrantes

A tres semanas de las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio, en las que se vaticina un nuevo paso adelante de la ultraderecha, grandes consorcios empresariales alemanes han iniciado una campaña en contra, incidiendo en que el desarrollo económico precisa de mano de obra inmigrante. La Confederación de Sindicatos la respalda.

Concentración contra la ultraderecha tras los recientes ataques a candidatos en Alemania.
Concentración contra la ultraderecha tras los recientes ataques a candidatos en Alemania. (Christian MANG | AFP)

Más de 30 grandes empresas alemanas (entre ellas Volkswagen, BMW, Siemens, Mercedes, Bayer, Allianz, Deustche Bank..) han unido fuerzas en una campaña en la que piden a sus trabajadores que el 9 de junio no voten a partidos de ultraderecha. Su temor evidente es el auge de AfD, fuerza que tiene una posición muy contraria a la inmigración.

Nunca había ocurrido algo similar en Alemania. Bajo el título “Defendemos los valores”, estas multinacionales abogan por el voto a las formaciones europeístas. Roland Busch, jefe de Siemens, la ha resumido así: «Los extremistas y racistas están dividiendo nuestra sociedad, dividiendo nuestro país, poniendo en peligro nuestra prosperidad».

Las empresas asociadas en esta iniciativa agrupan a casi dos millones de trabajadores. La declaración tiene impulso único de los consorcios, pero ha recibido posteriormente el respaldo de la Confederación de Sindicatos.

MÁS TOLERANCIA

El mensaje conjunto incide en que hacen falta «más diversidad, más apertura y más tolerancia», porque «esta es la base de la fuerza innovadora y la competitividad».

«Están poniendo en peligro lo que hemos construido», añade Roland Busch, CEO de Siemens AG. El jefe del Deutsche Bank, Christian Sewing, apostilla que «las ideas de los populistas son puro veneno para la economía».

El auge de la ultraderecha en vísperas de las europeas está creando intensa tensión en Alemania, y más aún después del ataque al cabeza de lista del SPD, Matthias Ecke, producido a principios de mayo.

La postura de esas grandes empresas alemanas es compartida por el canciller, Olaf Scholz, quien alertó ayer de que esa mano de obra es imprescindible para que no se estanque el crecimiento financiero de Alemania.

En un acto en Berlín organizado por cámaras de comercio, señaló que es necesario realizar cambios estructurales en las políticas migratorias a mediano y largo plazo, ya que, si no encuentra mano de obra cualificada, Alemania podría perder 49.000 millones de euros este año y unos 74.000 millones más adelante si todo sigue igual.

«La economía más grande de Europa necesita que las empresas contraten trabajadores del extranjero para seguir creciendo», dijo el canciller alemán, quien agregó que «nadie debería dejarse influir» por «demandas populistas», como abandonar la Unión Europea.

Para Scholz, la solución no es salir del bloque comunitario para alejarse de sus normas migratorias, sino que considera que la modificación debe salir desde Berlín. «No se debe permitir que estas demandas populistas pongan en peligro nuestra coexistencia o la prosperidad y el futuro de nuestro país», añadió.

Incluso consideró necesario generar «un mercado laboral atractivo para personas con talento de todo el mundo».