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El G7 dará a Ucrania un préstamo con los activos rusos congelados

El grupo de las siete mayores economías, más la UE, alcanzó ayer un acuerdo para conceder a Ucrania un préstamo de 46.000 millones de euros (50.000 millones de dólares) que se pagará con los intereses de los activos rusos congelados por Occidente, especialmente en Bélgica. Rusia advirtió con medidas «extremadamente dolorosas».

Charles Michel, Olaf Scholz, Justin Trudeau, Emmanuel Macron, Giorgia Meloni, Joe Biden, Fumio Kishida, Rishi Sunak y Ursula von del Leyen.
Charles Michel, Olaf Scholz, Justin Trudeau, Emmanuel Macron, Giorgia Meloni, Joe Biden, Fumio Kishida, Rishi Sunak y Ursula von del Leyen. (AFP)

Los líderes de los siete países más ricos del mundo, más la Unión Europea (UE) como miembro informal del grupo, acordaron ayer en la cumbre anual del G7 en Italia conceder a Ucrania un préstamo de cerca de 50.000 millones de dólares hasta final de año que será financiado con los activos rusos bloqueados por las potencias aliadas de Kiev, sobre todo en territorio de los Veintisiete.

La anfitriona, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, invitó al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a unirse a una sesión especial dedicada Ucrania, con presencia de Joe Biden (EEUU), Emmanuel Macron (Estado francés), Olaf Scholz (Alemania), Justin Trudeau (Canadá), Fumio Kishida (Japón), Rishi Sunak (Gran Bretaña), Charles Michel (Consejo Europeo) y Ursula von der Leyen (Comisión Europea).

Zelenski agradeció el apoyo y dijo que servirá «tanto para la defensa como para la reconstrucción». Pero pidió ir más allá al instar a la confiscación de los activos rusos congelados, una opción que la UE ha descartado hasta ahora. También volvió a pedir más sistemas de defensa aérea.

El plan para Ucrania busca utilizar los intereses que generen los cerca de 300.000 millones de euros (325.000 millones de dólares) de activos rusos congelados por los aliados occidentales tras la invasión de 2022, como garantía para otorgar el crédito de 46.000 millones de dólares.

Esos activos bloqueados se encuentran sobre todo en la UE, en concreto en Euroclear, un depósito internacional de dinero establecido en Bélgica, donde se inmovilizaron cerca de 185.000 millones de euros.

El plan es complejo y hay incógnitas sobre qué pasaría si los activos rusos se liberan, en caso de un hipotéti-co acuerdo con Rusia, o quién asumiría el riesgo en caso de impago.

Un alto cargo del Gobierno de Biden informó de que EEUU está dispuesto a proporcionar hasta 50.000 millones, pero que su contribución podría ser «significativamente menor», si se convierte en una iniciativa compartida. «No seremos los únicos prestamistas. Será un sindicato de prestamistas. Vamos a compartir el riesgo, porque tenemos un compromiso compartido», señaló.

Tras abogar por una confiscación pura y simple de los activos rusos, Estados Unidos se ha alineado ahora con la posición europea de utilizar únicamente los intereses generados por los activos congelados.

Ansiosos por evitar violar el derecho internacional, los países de la UE adoptaron un acuerdo a principios de mayo para confiscar los ingresos procedentes únicamente de los activos rusos congelados con el fin de armar a Ucrania, una ganancia inesperada que representa entre 2.500 y 3.000 millones de euros al año.

«INEVITABLES REPRESALIAS»

Rusia respondió al acuerdo «provisional» del G7 con una advertencia a la Unión Europea: «En Rusia hay suficientes propiedades y activos europeos y las inevitables represalias rusas será extremadamente dolorosas para Bruselas». Maria Zajarova, portavoz de Exteriores, subrayó que «destinar fondos prácticamente robados a Rusia para la aventura militar del régimen de Kiev y sus patrocinadores es criminal y cínico».

«Las iniciativas ilegales relacionadas con el suministro a Kiev de dinero a expensas de otros están condenadas a provocar un definitivo desequilibrio en el sistema financiero y unas crisis destructivas -indicó-. El mayor riesgo recaerá en la UE, que se enfrentará, por ejemplo, a una fuga de capitales, ya que se retirarán los fondos de los inversores de países de la mayoría mundial».