Aniversario de Sare que interpela a la sociedad
En la plaza Zuloaga de Donostia, el mismo lugar en el que se presentó en sociedad, Sare celebró ayer su décimo aniversario arropada por personalidades del mundo de la cultura, el deporte y la sociedad. En el acto se resaltaron el arduo camino recorrido, más largo de lo esperado, y los logros que se han alcanzado. Asimismo, la red ciudadana dibujó los retos de futuro. Esperan que esta nueva fase sea más breve que la que se acaba de cerrar.
La semilla de Sare fue la declaración de San Telmo que se hizo pública el 15 de marzo de 2014. El documento abogaba por un acuerdo de mínimos para resolver las consecuencias del conflicto que resumía en tres ejes: resolución, derechos humanos y paz. Tres meses más tarde nacía Sare. Desde entonces, la red ciudadana ha dedicado sus principales esfuerzos a lograr que se respeten los derechos de presos y refugiados. Y los logros son notables: el año pasado se terminó con 34 años de dispersión que obligaba a los familiares a recorrer miles de kilómetros para visitar a sus seres queridos. Atrás han ido quedando, asimismo, algunas de las medidas de política penitenciaria de excepción que se aplicaban a los presos: aislamiento, no progresión de grado y no aplicación de beneficios penitenciarios, entre otras. Unos logros que conviene subrayar y que se han alcanzado a pesar de las constantes trabas de aquellos que buscan bloquear el proceso. Unos avances conseguidos gracias al tesón y la implicación de la mayoría de la sociedad vasca y que ha contado también con la aceptación de algunas víctimas de ETA.
La red ciudadana considera que la última fase empezó el año pasado con la dinámica «la llave de la solución». En ella será la sociedad vasca, interpelando a las instituciones políticas y judiciales, la que incida en cuándo y cómo han de volver las personas presas. En ese sentido, Sare reclamó responsabilidad a la administración penitenciaria vasca para que se cumpla el itinerario de socialización de las personas presas. No obstante, al margen de otras responsabilidades, el planteamiento de Sare subraya la importancia del impulso de toda la sociedad vasca en la vuelta de los presos a casa.