El primer equipo femenino de la Real arrancó la semana pasada con la pretemporada completando las pertinentes pruebas médicas y ayer realizó el primer entrenamiento con balón en Zubieta. El nuevo entrenador, José Luis Sánchez Vera, subrayaba en su primera comparecencia que les han acogido muy bien y que parece que «llevamos toda la vida aquí». «Estamos con mucha ilusión y ganas de empezar», enfatizaba.

Sánchez Vera, de 41 años, recala en el equipo txuri-urdin tras dirigir al Levante las últimas dos temporadas y después de pasar también por el Atlético de Madrid. Sustituirá en el banquillo a Natalia Arroyo, una entrenadora que ha realizado un excelente trabajo en los cuatro años en los que ha estado en la Real.

AMISTAD

El nuevo técnico reconocía que mantiene una «gran amistad» con la entrenadora catalana desde hace tiempo, pero que todavía no se ha sentado a hablar con ella para intercambiar opiniones. En este sentido, elogiaba el buen trabajo realizado por su antecesora ya que consiguió dar una «identidad» y un estilo de juego que es «complicado de lograr».

«La trayectoria de los entrenadores se suele medir con los resultados que consiguen, pero los que estamos dentro del mundillo también nos fijamos en otras muchas cosas», explicaba antes de recalcar que en la Real «existe una base muy consolidada» a la que quiere dar «continuidad». Además de disputar la final de Copa, Arroyo clasificó a la Real para la previa de la Champions.

El entrenador madrileño mostraba su adhesión con la forma de juego de la Real. Según indicaba, «queremos ganar y que la gente se divierta, nos importa el cómo además del resultado». Sánchez Vera no quiso marcar ningún objetivo clasificatorio más allá de ir partido a partido y lograr ganar en la primera jornada.