La masacre contra el hospital de campaña de Deir al-Balah, que acogía a miles de heridos y desplazados, no fue el único ataque israelí. De hecho, ayer realizó una oleada de ataques aéreos contra el centro y el sur de Gaza que mataron al menos a 50 personas e hirieron a otras 300. Las fuerzas israelíes también llevaron a cabo ataques fuera de Gaza, incluido un ataque con aviones no tripulados en el campo de refugiados de Balata, cerca de Nablus, en Cisjordania. Además atacaron la ciudad de Kafr Kila, en el sur del Líbano, mataron a cuatro personas.

Según denunció en un comunicado el Gobierno de la Franja de Gaza, «condenamos en los términos más enérgicos esta horrible masacre por parte de la ocupación israelí contra un hospital de campaña que presta servicios médicos a decenas de pacientes y heridos, todos ellos civiles». Los heridos, que se contaban por centenares, fueron trasladados al hospital Al Aqsa, ubicado en esta misma zona, donde los equipos médicos, con pocos recursos, trabajan sin descanso, según confirmó un portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí.

The Associated Press informó que las personas heridas acudieron en masa al cercano hospital de Al Aqsa y las familias llevaban a niños heridos para recibir tratamiento. La agencia afirmó que cerca del hospital donde fueron llevados los muertos en el ataque, sus reporteros presenciaron a gente huyendo mientras una ambulancia se dirigía en dirección contraria y dentro de la ambulancia, dijo, yacía un niño muerto, así como otro cuerpo envuelto en una manta. «Ha sido como el día del juicio final», comentaban los supervivientes en medio del caos.

El Ejército israelí informó que atacó la escuela en Deir al-Balah porque era utilizada como un «complejo de mando y control» por militantes de Hamas. Dijo que «se tomaron muchas medidas para reducir la posibilidad de dañar a los civiles», incluido «el uso de armas de precisión e inteligencia».

ÓRDENES DE EVACUACIÓN

Cabe recordar que decenas de miles de civiles palestinos han buscado refugio en Deir al-Balah durante meses, apiñándose en cada espacio disponible después de que muchos fueron desplazados varias veces desde otras partes de Gaza.

El ataque en Deir al-Balah fue acompañado por otros ataques en Khan Younis, tras una semana de combates mortales en la segunda ciudad de Gaza. Los ataques en Khan Younis mataron al menos a 23 personas e hirieron a 89, según funcionarios de salud palestinos, mientras los civiles fueron desplazados por la fuerza de la ciudad por cuarto día.

Justificando su llamamiento por el lanzamiento de cohetes de Hamas, el ejército israelí ha vuelto a pedir a los palestinos en el sur de Khan Younis que «evacuen temporalmente» a una zona humanitaria cada vez más reducida en la zona costera de al-Mawasi, a donde cientos de miles han huido en los últimos meses después de los combates en la ciudad sureña de Rafah, así como un nuevo asalto israelí a Khan Younis.

«Los avisos de evacuación tempranos a los civiles se están realizando para mitigar el daño a la población civil y mantener a los civiles alejados de las áreas de combate», dijo un portavoz militar israelí.

Esta última orden llega una semana después de que el ejército israelí emitiera otra para las partes orientales de Khan Younis y comenzara una nueva invasión terrestre meses después de lanzar una ofensiva allí. La invasión de Khan Younis desplazó al menos a 180.000 palestinos en los primeros cuatro días desde que se lanzó, y muchos tuvieron que mudarse sin sus pertenencias, según la ONU.

HORAS DECISIVAS

Se esperaba que los mediadores del Mossad, servicio de inteligencia israelí, iban a mantener conversaciones hoy en Roma con el jefe de la CIA, y miembros de los servicios de inteligencia egipcios y qataríes en un esfuerzo por impulsar un acuerdo para devolver a los rehenes israelíes retenidos en Gaza, así como acordar un alto el fuego, pero los ataques de ayer en el frente norte han cambiado de raíz el foco de atención.

El ataque con cohetes disparados desde el Líbano, cuya autoría niega Hezbollah, impactó en un campo de fútbol del pueblo de Majel Shams, en los Altos del Golán, y dejó diez israelíes muertos, en su mayoría niños, y decenas de heridos. Sin duda, es el más grave desde que empezaron las hostilidades y parece que cambiará la ecuación.

El ejército israelí estaría evaluando la situación e investigando por qué no se activaron las alertas y los interceptores cuando estos cohetes estaban en su espacio aéreo. Tras una rápida investigación, han culpado a Hezbollah y rechazan la negación de la milicia libanesa. Israel Katz, ministro de Asuntos Exteriores, hablando con los medios israelíes, afirmó que habrá una respuesta y que esta tendrá el apoyo de EEUU y Europa

Las próximas horas serán decisivas. El momento es muy explosivo y peligroso, y realmente puede salirse de control. Israel reaccionará como lo hace, y habrá una reacción de Hezbollah. Perfectamente podría estallar la guerra regional.