GARA
PARÍS

Nivel diosa de Simone Biles en su regreso olímpico tras sus problemas de salud mental

La gran Simone Biles se llevó todos los focos de la gimnasia en París.
La gran Simone Biles se llevó todos los focos de la gimnasia en París. (Loic VENANCE | AFP PHOTO)

Nivel diosa. Así se presentó ayer en el pabellón de Bercy la gimnasta Simone Biles, de vuelta a los escenarios olímpicos madura y poderosa, con ejercicios soberbios en barra, salto y suelo pese a padecer problemas en el tobillo izquierdo desde mitad de competición. Tres años después de decir basta y abandonar los Juegos de Tokio, la estadounidense cerró aquel paréntesis con caligrafía de oro, aclamada por el público, admirada por sus rivales, todos incrédulos ante la creciente dificultad de sus rutinas.

Aquella renuncia fue una de las mayores llamadas de atención dadas por un deportista sobre los problemas de salud mental que afectan a los atletas de élite. En la barra se despidió en Tokio y en la barra volvió en París, animada desde la grada por celebridades como Ariana Grande, Snoop Dog o Tom Cruise. A su altura, como una estrella.

La considerada mejor gimnasta de todos los tiempos se acercó concentrada a la barra, hizo sus marcas de referencia con la tiza y se sentó en la colchoneta a esperar su turno. Los ojos, las cámaras, los teléfonos se giraron hacia ella como su tuviera un imán.

Con el dorsal 391, vestida con un maillot negro con destellos de plata, Biles entró al aparato y no tuvo ni una duda en todo el ejercicio. Clavó las piruetas, enlazó los elementos con seguridad e hizo una salida perfecta, con doble mortal hacia atrás.

CON EL TOBILLO VENDADO

La gimnasta de Houston, de 27 años, siguió con su exhibición en la rotación de suelo. Aunque sacó un pie del tapiz en el triple-doble de su serie de apertura, presentó una nota de dificultad tan elevada, 6.800, que pudo recibir una calificación de 14,600 que la colocó como la mejor.

Durante el calentamiento de salto, Biles se vendó el tobillo y la pantorrilla izquierda. Ejecutó con una altura insólita el yurchenko con doble mortal carpado, el salto más difícil del código, apenas con un paso atrás en la recepción. Después, hizo ejercicio de asimétricas sin desgaste. La final por equipos será el martes por la noche, un margen de tiempo valioso su tobillo. Al completar la competición Biles bailó con sus compañeras. Tenía mucho que celebrar.