Kauldi Odriozola e Imanol Garciandia fueron los vascos que más abiertamente sonrieron en la jornada de ayer. Sufriendo hasta la agonía, los dos guipuzcoanos de la selección española de balonmano superaron en la prórroga a Egipto por 29-28, un duelo decidido por los 9 tantos del catalán Aleix Gómez y las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas. Odriozola anotó dos goles.

Los guipuzcoanos se la jugarán el viernes a las 16.30 el pase a la final ante Alemania, que se deshizo de Francia, forzando la retirada de Nikola Karabatic, en un rocambolesco cruce decidido por 35-34 en el tiempo extra.

Begoña Lazkano fue la otra vasca que pudo sonreír. Paso a paso, pasando por la repesca de los cuartos de final -fue cuarta en su serie y también en la repesca-, la pasaitarra se metió en las semifinales de piragüismo K1 500 metros.

A MAL TIEMPO BUENA CARA

El skater Alain Kortabitarte no pudo hacer gran cosa y se quedó lejos de la pelea por las medallas, aunque completó la tercera ronda pese a estar lastimado de la rodilla, aunque reconoció haber vivido una «gran experiencia» en la cita parisina.

Ni en el golf con Carlota Ciganda, ni en el atletismo con Asier Martínez, pocas oportunidades de sonreír hubo en la jornada de ayer para los deportistas de Euskal Herria, especialmente para los de Nafarroa. El vallista de Zizur Nagusia acabó quinto en su semifinal, con 13.35 segundos, pese a derribar nueve de sus diez vallas. «Venía a comerme las vallas, pero no así», dijo, sardónico, el velocista.

En lo que respecta a Ciganda, terminó con una vuelta de 73 golpes, uno sobre el par, a ocho golpes de la líder, la francesa Celine Boutier, y menos mal que la golfista iruindarra se anotó tres «birdies» en los cuatro últimos hoyos.

En los cuartos de final del waterpolo masculino, Alberto Munarriz anotó dos goles, pero el duelo del temido cruce se lo llevó Croacia por un ajustado 10-8, un duelo en el que el combinado dálmata supo administrar la renta después de haber arrancado mucho mejor.