Los balonmanistas Kauldi Odriozola. Imanol Garciandia y Sergey Hernández se suman al piragüista Pau Echaniz (bronce), la baloncestista Gracia Alonso (plata) y a los futbolistas Beñat Turrientes, Jon Pacheco y Aimar Oroz (oro) como medallistas vascos en estos Juegos Olímpicos de París, al obtener el bronce con una selección española que se impuso a Eslovenia por la mínima (23-22) en el partido decisivo por la tercera plaza.

Papeles diferentes para los tres. Mientras que el iruindarra Hernández, portero del Magdeburg alemán, estuvo como tercer guardameta y no ha gozado de minutos en el torneo; el zumaiarra Odriozola -extremo del Nantes francés- y el urretxuarra Garciandia -lateral del Pick Szeged húngaro- han sido protagonistas de la quinta medalla olímpica de “Los Hispanos”, todas ellas de bronce (1996, 2000, 2008, 2020 y 2024).

Fue la mejor manera de terminar el torneo olímpico que, caprichos del destino, cruzó al combinado español y esloveno en encuentro por la medalla de bronce catorce días después de que ambos equipos fueran los encargados de abrir el pasado 27 de julio el torneo.

En aquel estreno la selección española también salió vencedor pero con un resultado más amplio (25-22), después de abrir una brecha favorable a un cuarto de hora del final. El duelo por la medalla de ayer, que tenía otro tinte diferente por el simple hecho de estar jugándose una presea olímpica, fue muy igualado, con diferencias mínimas tanto para un lado como para el otro, por lo que no se decidió hasta el último segundo. Los balcánicos, que retiraron al portero para jugar la última acción con siete jugadores de campo, no supieron mover bien el balón y acabaron tratando de forzar la prórroga con un lejano disparo de Borut Mackovsek que detuvo Gonzalo Pérez de Vargas.

INTERCAMBIO DE GOLPES

Con un Klemen Ferlin, portero eslovano, motivado al inicio de la contienda, los balcánicos lograron una renta inicial de 6-4 que fue neutralizada en el minuto 18 por sendos goles de Maqueda y Gómez. Fueron constantes los intercambios de golpes y, pese a que el combinado español tuvo dos de renta (12-10, min. 28), Eslovenia empató antes del descanso. La segunda parte comenzó con el mismo guion y fue clave el 23-21 en el minuto 57, una renta que permitió al equipo de Jordi Ribera afrontar los últimos minutos con cierta ventaja.