Arnaitz GORRITI
OSASUNA

Un empate insuficiente de un club que pasa de las sombras a las luces

Los de Vicente Moreno fueron muy inferiores en la primera mitad a un Leganés que se adelantó. Pero tras el receso, al centrar a Aimar Oroz, autor del gol, y con la entrada de Bryan Zaragoza, los rojillos estuvieron cerca de voltear un duelo con polémico final.

Arimar Oroz ofreció su oro olímpico y remató la tarde anotando el empate.
Arimar Oroz ofreció su oro olímpico y remató la tarde anotando el empate. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Hay empates y empates. Con lo mal que lo pasó Osasuna ante Leganés, sobre todo en una primera mitad en la que fue muy inferior al equipo pepinero, al final pudo ganar, y más si el colegiado Pulido Santana hubiera pitado penalti, o al menos mandado a revisar, el codazo de Raba al balón en un corner, en cuyo rechace el árbitro grancanario se apresuró en finalizar la contienda sin dejar opción a mirar nada.

Una lástima que terminase el partido, de hecho, porque Osasuna comenzó muy bajo de revoluciones, desangelado y a merced del Leganés y tras el descanso, a partir de centrar la posición de Aimar Oroz, autor del gol rojillo, más la entrada de Bryan Zaragoza, elevó sus prestaciones hasta optar seriamente a la victoria. Una victoria que se escapó por milímetros.

Pero también fue un empate que bien pudo ser derrota en un par de ocasiones, sobre todo cuando, todavía con el 0-1, gol de Juan Cruz, el ex de Osasuna -muy aplaudido en su despedida- Darko Brasanac se topó con un providencial Sergio Herrera. Es decir, hay empates y empates, pero este fue tan insuficiente como justo para la escuadra de Iruñea, porque, justo es que así suceda en una primera jornada de liga, tiene mucho por corregir.

SUFRIMIENTO

Vicente Moreno sorprendía al meter al recién llegado Aimar Oroz y a Abel Bretones en el once inicial de estreno. Pero un Oroz más esquinado fue menos efectivo en la primera mitad.

Por su parte, el Leganés dio un susto de muerte a la hinchada del Sadar antes de cumplirse el minuto uno, ya que Rosier anotó un 0-1 que no llegó a subir por un ajustado fuera de juego previo. Eso sí, aquello fue el inicio de un asedio que acabaría con el sutil tanto de Juan Cruz.

Osasuna casi no generó nada hasta el receso, pero al entrar Moncayola y centrarse Oroz, empezó a ver la luz. Y con el debut de Bryan Zaragoza, que cerca estuvo de marcar dos veces, vio un resplandor precioso.

Aunque el gol lo anotase Oroz, con la colaboración del porterio visitante Soriano, que por demás estuvo soberbio. Después de mucho pelear, en el minuto 80, Oroz remataba al poste con la pierna derecha el rechace de un corner, y en el rebote golpeó en el pie a Juan Soriano que se terminó introduciendo el gol del empate en su portería.

Merecido empate que pudo ser más, bien por ocasiones, bien si el codazo de Raba al balón lo hubiera señalado penalti el señor colegiado.