Josu MONTERO
Escritor y crítico

Colectivismo

Autor”, la raíz de esta simpática palabra es la misma que la de otro vocablo no tan simpático: “autoridad”. Si cuestionamos toda autoridad deberíamos hacer lo mismo con la autoría, el culto al más o menos genial creador individual. Hay quien ha planteado que las relaciones de propiedad deberían estar excluidas del lenguaje: todo trabajo con el lenguaje es un trabajo colectivo.

Nos reímos de la hipótesis de un dios creador y sin embargo nos inclinamos ante el individuo creador. Detrás de cada obra se encuentra más la colectividad que la individualidad, un caudal inmenso de imaginación plural.

En su cuento “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”, Borges nos presenta una región imaginaria en la que los libros no están firmados, se ha establecido que todos son obra de un solo autor, un autor intemporal y anónimo. Tierra, hojas, animales muertos, bayas y frutos caídos, agua de lluvia y barro van creando un manto que alimenta la vida del bosque; la literatura es eso, y cada nueva escritura, cada nuevo libro, se construye inevitablemente a partir de todo ese sedimento, y cuanto más profundamente arraiga, cuanto más hondo hunde sus raíces en ese humus putrefacto, mejor. Ese será también, claro, su destino.