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DAMASCO
EL INFIERNO EN GAZA INCENDIA ORIENTE MEDIO

Israel agita de nuevo el frente de Siria con uno de sus ataques más letales

Uno de los ataques más letales de Israel contra territorio sirio de los últimos años dejó al menos 26 muertos en el bombardeo de una instalación militar que afectó también a viviendas cercanas. Damasco denunció el intento israelí de empujar a la región a «un abismo peligroso» de consecuencias imprevisibles.

Un vehículo calcinado, en el lugar del ataque israelí en la provincia de Hama, en Siria.
Un vehículo calcinado, en el lugar del ataque israelí en la provincia de Hama, en Siria. (Louai BESHARA | AFP)

Israel mató a al menos 18 personas e hirió a otras 36 -varias de ellas en estado crítico- en una serie de ataques en el centro de Siria, aunque el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) elevó posteriormente la cifra a al menos 26 víctimas mortales, en una de las operaciones más violentas de Israel contra territorio sirio.

Los objetivos de los ataques, en cuatro tandas distintas en un lapso de unas tres horas, fueron instalaciones militares, pero en la carretera que conduce a la ciudad de Masyaf también quedaron coches carbonizados y daños en la infraestructura.

También se informó de ataques contra Homs, Tartus y Damasco.

En Masyaf está el Centro de Investigación Científica de Siria, que ya había sufrido ataques en el pasado.

El opositor OSDH aseguró que en él trabajan expertos iraníes en el desarrollo de «armas, en particular misiles de precisión y drones».

Este organismo señaló que los muertos eran cinco civiles, cuatro soldados sirios, catorce sirios que trabajaban para grupos proiraníes y tres víctimas no identificadas.

Por su parte, el director de Sanidad para la provincia de Hama, a la que pertenece la zona, subrayó que muchos de los ingresados en el hospital de Masyaf sufren heridas serias, entre ellos varios niños, y destacó que la mayoría de las víctimas son civiles, ya que los misiles impactaron también en viviendas y calles de Masyaf, así como de la aldea de Al-Sabura. Los ataques también causaron incendios forestales y obligaron a cortar la carretera que une Masyaf con la aldea de Wadi al-Uyun.

El Ministerio de Exteriores sirio denunció enérgicamente los ataques y acusó a Israel de intentar «frenéticamente provocar una mayor escalada en la región» con «la insistencia a la hora de atacar territorio sirio y otros países, así como la continuación de su guerra brutal contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza y Cisjordania».

Damasco advirtió de que Israel está empujando a Oriente Próximo hacia «un abismo peligroso» que «tendrá graves consecuencias que no pueden ser previstas»

A la vez, acusó a EEUU y a otros países occidentales de ser socios y encubrir la agresión israelí, al ofrecer al Gobierno sionista un «apoyo ilimitado» que «es lo que le anima a continuar con sus brutales crímenes», por lo que reclamó que rindan cuentas.

Asimismo, rechazó «el continuado silencio internacional en torno al desprecio israelí a todas las leyes y convenciones internacionales y sus violaciones del derecho internacional», y exigió que la cúpula israelí «rinda cuentas».

Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Irán negó que los objetivos de los ataques están relacionados con el Estado persa y señaló que «el régimen sionista ha atacado centros sirios, incluido un centro de investigación perteneciente al Ejército».

Desde el inicio de la guerra civil de Siria en 2011, Israel ha llevado a cabo cientos de ataques contra territorio sirio, alegando que su objetivo son los grupos proiraníes que apoyan al Gobierno sirio.

Estas operaciones, cuya autoría no suele asumir el Ejecutivo israelí, se intensificaron tras el inicio de la operación contra la Franja de Gaza en paralelo a los ataques contra Líbano, Yemen e Irán.

Israel lo justifica afirmando que busca evitar el establecimiento de bases iraníes en el país y el envío de armas a Hizbulah, en Líbano.

En abril pasado, un ataque atribuido a Israel tuvo como objetivo el consulado iraní en Damasco, matando a altos funcionarios iraníes y amenazando con incendiar la región, un peligro que agita de forma cada vez más acentuada.

Irán respondió llevando a cabo un ataque sin precedentes, pero calculado y con previo aviso, con aviones no tripulados y misiles contra territorio israelí. Desde entonces, los ataques israelíes contra Siria habían disminuido en intensidad, si bien el bombardeo contra Teherán que mató al líder de Hamas Ismail Haniyeh volvió a empujar a Oriente Medio hacia el abismo de la guerra total. El pasado jueves, un dron alcanzó un camión con armas supuestamente perteneciente a la Guardia Revolucionaria iraní a las afueras de la ciudad de Al-Bukamal, en el este de Siria.

En los últimos meses, también ha perpetrado varios ataques contra vehículos en la carretera Damasco-Beirut, como el que hace diez días mató a tres miembros de la Yihad Islámica Palestina y a uno de Hizbulah.

41.000 MUERTOS Y MÁS DESPLAZAMIENTOS EN GAZA

También Hamas condenó la «flagrante violación» de la soberanía siria y del derecho internacional, así como «una continuación de la arrogancia practicada por el Gobierno de ocupación sionista contra los países de la región».

Además, pidió al resto de países árabes e islámicos, y a la comunidad internacional que muestren «su rechazo a la agresión repetida y creciente contra el pueblo palestino», donde la cifra oficial de muertos alcanzó ayer los 41.000 con más de 94.800 heridos, si bien se estima que otros 10.000 se hallan aún bajo los escombros y que la cifra total de víctimas puede superar las 180.000 a consecuencia de heridas, enfermedades y malnutrición. Al menos 16 personas murieron y otras 64 resultaron heridas en los ataques israelíes de las últimas horas. El Ejército sionista redobló ayer su presión sobre el norte de la Franja de Gaza, donde ordenó nuevas evacuaciones de civiles y donde dos hospitales están en riesgo de dejar de funcionar por la falta de combustible.

El personal de los hospitales Indonesio y Kamal Adwan alertaron de que no podrán seguir funcionando a partir del mañana sin los generadores de electricidad.

El director del Hospital Indonesio, Marwan Sultan, aseguró, además, que la unidad de cuidados intensivos ha alcanzado su capacidad máxima, abarrotada de pacientes en estado crítico y con diez que dependen de respiradores.

Los quirófanos funcionan sin parar a pesar de la falta de medios, pero la grave escasez de combustible amenaza con paralizar el centro si Israel continúa impidiendo la entrada de combustible.

El Ejército israelí ordenó a los residentes evacuar varias zonas de la localidad norteña de Beit Lahia, que pasaron a ser consideradas «zona de combate peligrosa», sin bien toda la Franja se ha convertido en un objetivo de sus bombas, incluidas las zonas que marca como seguras.



Borrell se sorprende por el bloqueo israelí

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, inició ayer en Egipto una gira por Oriente Medio en la que llamó desde el paso fronterizo de Rafah, que conecta el país árabe con Gaza, a que éste sea reabierto y planteó el regreso de la misión de la UE al cruce, pero con ciertas condiciones que están lejos de alcanzarse: un alto el fuego, la liberación de prisioneros y un acuerdo político. Borrell se mostró «sorprendido» por el bloqueo israelí de más de 1.400 camiones con ayuda para los palestinos. «Francamente sorprende ver cómo un paquete médico conteniendo medicinas es rechazado porque tiene unas pequeñas tijeras (...) y un saco de dormir porque el color es verde», indicó. Por su parte, el presidente de Egipto, Abdelfatah al-Sissi, señaló a Borrell la responsabilidad de la UE de presionar con el objetivo de alcanzar un acuerdo. El viaje oficial llevará a Borrell también a Líbano, pero no a Israel, supuestamente por «problemas de agenda» de las autoridades israelíes.GARA



630.000 alumnos sin curso escolar

Los niños de Gaza no acudieron ayer a las aulas en el comienzo del nuevo curso escolar 2024-2025. El Ejército de Israel ha matado a más 25.000 niños, 11.500 de ellos en edad escolar, y decenas de miles más han sufrido lesiones, discapacidades físicas y graves traumas psicológicos. En lugar de asistir a clase en escuelas que ya no existen, los niños y niñas supervivientes se ven obligados a buscar comida o agua, o a intentar conseguir algo de dinero vendiendo en las calles, viviendo entre escombros y basura.

Por segundo año consecutivo, más de 630.000 estudiantes no regresarán a las aulas de institutos ni de universidades por la destrucción de toda infraestructura que pudiera hacer de la Franja un territorio habitable.

En los territorios ocupados de Cisjordania se calcula que más de 806.360 estudiantes se han matriculado en más de 2.000 escuelas públicas, privadas o gestionadas por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa). Pero las diarias incursiones israelíes tampoco garantizan la continuidad de las clases.

En Gaza, desde el 7 de octubre, muchos centros escolares cesaron su actividad para convertirse en refugios para los miles de gazatíes a los que Israel ha destruido las casas. El Ministerio de Educación ya suspendió el curso 2023-2024, con una Franja devastada, el de este año también queda suspendido. Además, los problemas de acceso a la electricidad y a internet son constantes. Al menos 122 escuelas y universidades están completamente destruidas, y otras 334 han resultado dañadas por los incesantes ataques israelíes. Como consecuencia, el 92% de los centros escolares han quedado fuera de servicio.

La mayoría de las escuelas gestionadas por la Unrwa (unas 200) se han convertido en refugios para los desplazados, lo que tampoco les proporciona seguridad, ya que el 70% de ellas han sido bombardeadas. A finales de agosto, las fuerzas israelíes arreciaron los ataques deliberados contra estas escuelas-refugio. Asimismo, autoridades palestinas han contabilizado la muerte de más de un centenar de científicos, profesores universitarios e investigadores y, en general, de más de 750 empleados que trabajaban en el campo de la educación por los bombardeos israelíes. Miles más han resultado heridos.

La destrucción de la infraestructura educativa y la eliminación de sus trabajadores supone un golpe de consecuencias incalculables para el futuro de una población que tenía un muy alto nivel educativo. Samah Jaber, jefa de la unidad de salud mental del Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina, subrayó a Al-Jazeera que la ausencia de estimulación cognitiva y social impactará en el futuro de esta generación y en su salud mental.GARA