GARA
DONOSTIA
MANIOBRA LEGAL CONTRA LOS PRESOS VASCOS

Marlaska admite que la trampa del doble cómputo contradecía a Europa

Con diez años de retraso, el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha admitido lo que organizaciones vascas como Sare han denunciado reiteradamente: que la introducción del doble cómputo en 2014 contradecía el criterio europeo. El PP, por su parte, empeora su crisis al intentar de manera desesperada y sin éxito convencer al Gobierno español a que retire el texto.

Fernando Grande-Marlaska, en la sesión de control al Gobierno el miércoles.
Fernando Grande-Marlaska, en la sesión de control al Gobierno el miércoles. (Ricardo RUBIO | EUROPA PRESS)

El ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, admitió ayer que la introducción en 2014 del doble cómputo para presos vascos iba contra el criterio europeo. «Europa siempre nos ha mirado por esto», confesó. Explicó asimismo que la aprobación de la reforma de ley sobre antecedentes penales, que puede suponer la excarcelación de varios presos y presas vascas, responde a la necesidad de trasponer de manera adecuada una normativa europea a la legislación del Estado español.

La enmienda introducida en el proyecto de ley diez años después de aquella maniobra y 16 después de fijarse el criterio europeo «es simplemente trasponer una normativa de la UE», aseguró Grande-Marlaska a la prensa a su llegada al Consejo de Interior, que se celebró ayer en Luxemburgo.

El ministro admitió que en 2014 la trasposición se hizo de modo «no correcto». Fue el PP de Mariano Rajoy quien lo impuso con una disposición adicional introducida a última hora para evitar excarcelaciones de ciudadanos vascos que antes habían estado presos en el Estado francés. En aquel momento el PSOE se abstuvo.

«En esos términos y a partir de ese momento, siempre la Unión Europea nos ha mirado con la concreción de que no había una correcta transposición de esa normativa», reveló Fernando Grande-Marlaska.

Efectivamente, como informó GARA en su día, la titular europea de Justicia, Vera Jourová, anunció un análisis de la trasposición española, aunque finalmente se evitó adoptar un rechazo contundente.

El ahora ministro y antes juez añadió que la reforma actual, validada tres veces en el Senado, tiene que ver también con la existencia de una decisión pendiente del Tribunal de Justicia de la Unión Europa (Luxemburgo) sobre esta cuestión, puesto que al menos una sala de la Audiencia Nacional le ha pedido aclaraciones.

Para los magistrados que han elevado esta cuestión, el doble cómputo de penas usado hasta la fecha es injusto y discriminatorio, en la medida en que podría provocar encarcelamientos de hasta 50 años para presos vascos (20 en el Estado francés y 30 en el español, incluso 40 en este caso, tras la ley de 2003).

A finales de 2014 y principios de 2015 en el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional ya hubo amplio debate jurídico sobre esta cuestión, e incluso algunas excarcelaciones, como las de Santi Arrozpide y Alberto Plazaola, luego revocadas. Finalmente se impuso un cierre de filas para incumplir el criterio europeo, una práctica que ha seguido intacta hasta la fecha.

CRUCE DE ACUSACIONES

El PP, que en tres ocasiones emitió su voto favorable a la reforma de ley que convalida sentencias cumplidas en otros territorios de la UE, intenta ahora salvarse de lo que tilda como «error» llamando al Gobierno español a que retire el texto. Y lo hace de forma desesperada. En la sesión de control del miércoles, el portavoz en el Congreso del PP, Miguel Tellado, exhibió las fotografías de doce cargos del PSE a los que mató ETA y preguntó a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, si iba a ser capaz de mirar a los ojos a sus familias tras pactar con EH Bildu.

No le ha dado resultado. El Ejecutivo ha desoído el llamamiento del PP y la aprobación final de la reforma se producirá en breve. Respecto al trámite en el Senado, se sopesa que se convoque un pleno extraordinario el 14 de octubre.

Además, varias voces del PSOE reprobaron la actitud de Tellado, como el propio Grande-Marlaska, que ayer criticó la «desgraciada instrumentalización» por parte del PP de las víctimas de ETA. Y el secretario general del PSE, Eneko Andueza, replicó al portavoz del PP que a uno de los once miembros del PSE muertos por ETA lo mató un integrante de esa organización que había quedado en libertad «con Aznar como presidente».

«Hay que ser muy miserable para montar el bochornoso espectáculo que habéis ofrecido en el Congreso solo para tapar vuestros ‘errores’ y la crisis interna que eso ha provocado», sentenció.

Más tarde, en declaraciones a su llegada al Parlamento de Gasteiz, el líder del PSE reclamó la dimisión de Miguel Tellado, por «utilizar de forma deleznable la memoria de las víctimas» de ETA.

El cruce de achaques no acabó ahí. El presidente del PP vasco, Javier de Andrés, acusó al PSOE de «criminalizar» a su partido y enmarcó en la «libertad de expresión» la actuación de Tellado en el Congreso de los Diputados.

ENFADO DE FAMILIARES

Sin embargo, la instrumentalización de las víctimas por parte de Tellado enfadó incluso a los propios familiares de quienes el diputado mostró en las fotografías. Por ejemplo, María Jauregi, hija de Juan María Jauregi, quien fuera gobernador civil de Gipuzkoa muerto en atentado de ETA, y Josu Elespe, hijo de Froilán Elespe, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Lasarte-Oria por el PSE y víctima también de la organización armada, denunciaron la actitud del PP.

Jauregi se dirigió al portavoz de ese partido en el Congreso para espetarle a ver si era capaz de mirarla a los ojos y decirle que no volverá a usar la imagen de su padre «como arma arrojadiza». «A ver si de una vez por todas respetas su memoria», le emplazó en las redes sociales.

También a través de las redes, Josu Elespe afirmó que «menos mal» que lo que diga Tellado se la «repanpinfla en grado extremo». «Si no, ver cómo sujeta carroñeramente una foto con la imagen de mi padre, me revolvería las tripas hasta el vómito», indicó.

Esta reprimenda fue evocada ayer por el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, quien destacó que fueran las propias víctimas de las acciones de ETA las que reprocharon su actitud al portavoz del PP, Miguel Tellado.

Y desde la arena parlamentaria, el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, instó a su homólogo en el PP a que pida perdón a esas víctimas y exigió a la formación derechista que deje de «manosear su memoria» para «tapar sus grietas internas».