El Ejército israelí expulsa a los militares que pidieron públicamente un acuerdo en Gaza
El Gobierno israelí expulsó a los militares en activo que firmaron una carta en la exigen negociar la liberación de los prisioneros en Gaza, aunque suponga poner fin a la guerra. Suscrita por un millar de reservistas y exreservistas de la Fuerza Aérea de Israel, ignora el sufrimiento de la población palestina, pero advierte de que «la guerra sirve principalmente a intereses políticos y personales, no a intereses de seguridad».

Los pilotos reservistas que habían pedido públicamente negociar la liberación de los prisioneros israelíes incluso si eso significa poner fin a la ofensiva contra Gaza serán expulsados la fuerza aérea. «Con el pleno apoyo del jefe del Estado Mayor, el comandante de la Fuerza Aérea Israelí ha decidido que cualquier reservista activo que haya firmado la carta no podrá seguir sirviendo», señaló un oficial militar.
La carta en cuestión, firmada por alrededor de 1.000 pilotos y aviadores de reserva y retirados, desafía las políticas de Benjamin Netanyahu de no negociar la liberación de los prisioneros, aunque no cuestiona las prácticas genocidas.
El primer ministro israelí sostiene que mantener la devastación de Gaza es la única manera de obligar a los grupos de resistencia palestinos a liberar a los israelíes capturados el 7 de octubre de 2023 que aún no han sido canjeados.
Pero su objetivo estratégico es en realidad tomar el control de la Franja y desplazar a su población, para lo que ha saboteado cada intento negociador. A la vez, la crisis interna -juicios por corrupción, nombramientos en el Shin Bet y altos cargos, reforma judicial...- le lleva a acelerar la guerra como vía de supervivencia.
Los prisioneros han pasado a un tercer plano.
«Nosotros, reservistas y aviadores retirados, exigimos el regreso inmediato de los rehenes, incluso a costa de un cese inmediato de las hostilidades», se lee en la carta publicada a toda página en varios periódicos israelíes.
«La guerra sirve principalmente a intereses políticos y personales, no a intereses de seguridad. Solo un acuerdo puede traer de vuelta sanos y salvos a los rehenes, mientras que la presión militar conduce principalmente a la muerte de los rehenes y al peligro para nuestros soldados», añaden los militares.
Esta acción no tiene nada que ver con el minoritario movimiento de los refuseniks, insumisos al servicio militar por el rechazo al genocidio. Tampoco con la carta con la que 27 veteranos y pilotos rechazaron en 2003 las «órdenes ilegales e inmorales» y rehusaron participar en los ataques contra Gaza. También en 2014 hubo otra reacción de desobediencia de 50 reservistas israelíes.
«Las Fuerzas de Defensa de Israel están por encima de cualquier conflicto político. No hay margen (...), ni siquiera para los reservistas en activo, para explotar su estatus militar mientras participan en el combate y exigen a la vez su fin», afirmó el oficial que comunicó el cese de los militares.
Netanyahu apoyó la decisión de despedir a cualquier piloto activo que firmara la carta. «Negarse es negarse, incluso cuando está implícito y se expresa en un lenguaje eufemístico. Las declaraciones que debilitan a las FDI y fortalecen a nuestros enemigos en tiempos de guerra son imperdonables», afirmó.
Según el diario “Haaretz”, el comandante de la Fuerza Aérea Israelí, Tomer Bar, ordenó a altos mandos que llamaran por teléfono a los firmantes para instarlos a retractarse bajo amenaza de cese. Solo 25 retiraron sus firmas.
El Ejército, por su parte, anunció que continúa la destrucción de infraestructuras en Gaza y las matanzas de palestinos, que vincula a Hamas, aunque sean niños, como los ocho que mató junto a otras 15 personas el miércoles al atacar viviendas en ciudad de Gaza.
Turquía e Israel, enredados por Gaza y Siria
Enfrentados por Gaza y por las ambiciones de ambos en Siria, Turquía e Israel tratan de reconducir una tensa relación. Después de que Donald Trump planteara su mediación para acercar a sus aliados, delegaciones de ambos Estados mantuvieron una reunión el miércoles en Azerbaiyán. Las autoridades israelíes detallaron que cada lado presentó sus «intereses en la región», y que las conversaciones continuarán para «mantener la estabilidad regional». Turquía aseguró que no entrará en conflicto con Israel en territorio sirio, pero considera necesario un mecanismo para evitar que unidades de combate «malinterpreten» las acciones de la otra parte, sobre lo que confirmó que ya existen «comunicaciones técnicas». Su ministro de Exteriores, Hakan Fidan, indicó que «mientras se lleven a cabo operaciones en Siria, aéreas o de otro tipo, tiene que haber un mecanismo de reducción de conflicto con Israel en la región, al igual que tenemos con los estadounidenses y los rusos». Al mismo tiempo, acusó a Israel de una estrategia para «dejar sin nada a la nueva Administración (siria) y a sus Fuerzas Armadas», en referencia a los ataques israelíes contra la infraestructura militar siria desde la caída del régimen de Bashar al-Assad. Igualmente, consideró «inaceptable» que Israel trate de «provocar disturbios en Siria aprovechando sus ambiciones expansionistas en la región».
Israel ha ocupado aún más territorio sirio y utiliza la supuesta defensa de la comunidad drusa para intervenir militarmente. GARA
Macron apunta a un reconocimiento de Palestina
Emmanuel Macron apuntó que podría reconocer un Estado palestino el próximo junio, durante una conferencia en Naciones Unidas copresidida por el Estado francés y Arabia Saudí. El planteamiento, sin embargo, es muy ambiguo y está lejos de una medida de presión para que Israel pare sus prácticas genocidas en Gaza. De hecho, Macron condiciona tal decisión a una «dinámica colectiva», que implica el reconocimiento del Estado de Israel por parte de países de la región que aún no lo han hecho, en consonancia con los Acuerdos de Abraham promovidos por EEUU.
Con todo, dada la absoluta inacción internacional frente a la carnicería de Palestina, hasta esta iniciativa parece un paso adelante. «Todo lo que pueda impedir la aplicación del plan propuesto por Donald Trump y respaldado por los israelíes para Gaza es bienvenido, aunque sea relativamente ambiguo», estimó Agnès Levallois, vicepresidenta del Instituto de Investigación y Estudios sobre el Mediterráneo y Oriente Medio.
Incluso un dirigente de Hamas, Mahmud Mardawi, consideró que el reconocimiento puede ser una etapa importante» para el reconocimiento de los derechos de los palestinos y para «orientar soluciones justas», al destacar el peso político del Estado francés y su condición de miembro permanente del Consejo de Seguridad.
«Si el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de Francia está condicionado al reconocimiento de Israel por parte de los países árabes, es un disparate. No tendrá éxito», predice Hasni Abidi, profesor del Instituto de Estudios Globales de la Universidad de Ginebra. Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Sudán y Marruecos reconocieron a Israel, pero muchos países del Golfo aún no lo han hecho, como tampoco Siria, Líbano, Argelia y Túnez. Arabia Saudí, que también había iniciado negociaciones para normalizar las relaciones con Israel, las suspendió tras el 7 de octubre de 2023.
«Sería una recompensa al terrorismo y un impulso para Hamas», desdeñó el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar. La propuesta de Macron trata de mejorar la imagen del Estado francés en Oriente Medio y el sur global, pero choca con su alineamiento con Israel, que incluso ha garantizado la inmunidad de Netanyahu frente a la orden de arresto del TPI.GARA

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