Pablo CABEZA BILBO

El muestrario alternativo e innovador de Shellac, hoy en Kafe Atzokia de Bilbo

Aprovechando que Shellac se pasa por Primavera Sound de Barcelona, donde les adoran, el trío de Chicago se acerca también a Bilbo aunque sea en un día tan indigesto como hoy, un martes; no obstante, y si se recuerdan las dos actuaciones previas en Bilbo y el entusiasmo del público, cabe pensar que el tirón del grupo podrá más que la posible apatía de un día laboral.

El concierto en Kafe Antzokia se inicia a las 21.00 horas con Romain Baudoin, un espectacular guitarrista con instrumentos híbridos y un dominio de las cuerdas y ambientes espectacular.

Steve Albini forma Shellac en 1992 en Chicago junto a Bob Weston (Volcano Suns) y Todd Trainer (Rifle Sport, Breaking Circus y Brick Layer Cake). Luego, editan tres epés consecutivos: «The rude gesture: a pictorial history», «Uranus» y «The bird is the most popular finger». La propuesta del trío recorre rápidamente el entorno del rock alternativo, donde Shellac se consolida como un referente del sonido rudo escasamente convencional.

La tendencia se confirma con la publicación de nuevos sencillos y la llegada de sus larga duración: «At action park» (1994), «Terraform» (1988), «1000 Hurts» (2000), pasiblemente su álbum más popular, y «Excellent italian greyhound» (2007).

Se espera que a lo largo de este año el trío publique su quinto disco, de momento titulado «Dude increíble».

Escaso bagaje discográfico para tantos años de escena, pero tampoco extraña que así sea, puesto que Shellac ha demostrado en numerosas ocasiones su desafección hacia las normas de la industria musical, al margen del intenso trabajo que Albini realiza tanto como ingeniero de sonido como productor desde hace años. Recordemos que Steve Albini produjo «Payola», de Berri Txarrak.

Este mismo ha indicado que su nuevo álbum se publicará a lo largo de 2014, pero que poco importa la fecha porque nadie va a estar en las tiendas de discos esperando el álbum. Es posible, pero Shellac ha alimentado una leyenda entre las zonas más extremas del noise rock, del rock alternativo, del free rock o del posjarkore.

Minimalismo

Albini prefiere llamar a su músíca minimalista. Lo puede ser en temas como «The end of the radio» y sus ocho minutos de espacios libres (la improvisación también juega un papel importanteen sus directos) y tímidos arranques, pero recupera el aliento con propuestas del corte de «Steady as she goes», donde Shellac se aproxima al posjarkore e incluso a la música reiterativa. En cualquier caso, un original cruce global entre silencios, repeticiones rítmicas y salidas originales del bucle.

De lo que no deja dudas la explosiva estética musical de Shellac es que es original y atrevida, por lo que no extraña que a pesar de su lentitud creativa haya convencido a tantos aficionados díscolos.

Seguramente la maleta de Albini esté ya completa de discos que le han pasado decenas de músicos para ver si les produce, pero aún cabe intentarlo, Berri Txarrak abrieron camino para el «Basque Country».