El inspector-jefe de la Policía española Jesús Alfredo Gutiérrez Argüelles es el responsable del Centro de Comunicación Permanente (conocido como el 091) de Barcelona a pesar de que en la década de 1990 fue condenado en rebeldía por el Tribunal de Baiona a dos años de prisión por el intento de secuestro en Hendaia del refugiado Joxe Mari Larretxea, registrado en 1983, según reveló el diario «El País».

Asimismo, Gutiérrez Argüelles fue condenado en 1990 por un tribunal español a dos años de prisión y de inhabilitación por matar en 1984 en Barcelona a José Fernando Gómez Martín, quien contaba con antecedentes por robo y no hizo siquiera ademán de defenderse.

Gutiérrez Argüelles fue condenado en rebeldía por el secuestro de Larretxea, ya que no se presentó ante el Tribunal de Baiona, al igual que Javier López Bayeu, Sebastián Sotos García y José María Rubo García, otros tres agentes de la Policía española que estaban procesados. La jueza Marie Therese Ville mostró su malestar por la actitud obstruccionista del Cuerpo Superior de Policía española, que llegó a enviar a Baiona un télex en el que señalaba que no constaba que Gutiérrez Argüelles figurase en sus archivos como agente.

Todo ello, a pesar de que el inspector de Policía González Álvarez, destinado en Bilbo, garantizase a los jueces franceses que los cuatro agentes se presentarían al juicio «por el honor de la Policía española». Esta promesa se realizó para lograr que fueran liberados de la cárcel de Pau. Tras cruzar la muga, se olvidaron de su palabra.

Los cuatro agentes españoles fueron detenidos por la Gendarmería francesa cuando trataban de secuestrar a Larretxea y estaban golpeando al refugiado para inmovilizarlo. Antes, habían arrollado con su coche la moto en la que viajaba Larretxea.

Semanas después de estos hechos se produjo el secuestro y muerte de Joxean Lasa y Joxi Zabala y poco después el secuestro de Segundo Marey, reivindicado por el GAL.

Gutiérrez Argüelles dejó la Policía voluntariamente en la década de 1990, pero no fue expulsado por el Ministerio del Interior, que entonces dirigía José Luis Corcuera. Montó junto a Francisco Álvarez, también condenado por su implicación en la guerra sucia, la empresa de seguridad Check and In. La empresa sigue activa y hasta 2010 Gutiérrez Argüelles fue el administrador único de la sociedad. En esa fecha se incorporó a la Policía española y pasó a ser apoderado de Check and In.

Joxe Mari Larretxea, por su parte, murió en Cuba en 1996.