La empresa Ros Casares, empresa del sector siderúrgico con sede en Valencia e inmersa ya en en un concurso de acreedores, ha presentado un nuevo ERE de extinción que afecta a 31 empleos, parte de ellos en las plantas de Araba, según informó el sindicato ELA por medio de un comunicado.

«A la deuda salarial-tres nóminas- que mantiene con sus trabajadores, se le añade ahora la decisión de destruir 31 puestos de trabajo más», denunció la central, que añadió que la «nefasta» gestión empresarial que se ha llevado a cabo está haciendo que los trabajadores «estén siendo los auténticos paganos de la situación», con «ERE de suspensión continuos, nóminas impagadas y despidos».

El sindicato indicó que, en la actualidad, los trabajadores de Ros Casares están pasando por una «situación de incertidumbre» que «no hace más que acrecentar la angustia por una situación no creada por ellos mis- mos». En este sentido, destacó el llamamiento del comité de empresa a las instituciones públicas para que, «de una vez por todas, se impliquen en el man- tenimiento del empleo en nuestras plantas de Araba».

Con este objetivo, ELA anunció que se va a iniciar una ronda de contactos con las instituciones para recabar «los apoyos y compromisos» que les aseguren «la viabilidad y el mantenimiento del empleo».