El escándalo en torno a las cuentas de Osasuna, incluida la última gota del intento de amaño de partidos, está ya en los juzgados. Fue la directiva actual del club rojillo la que presentó ayer denuncia, tras recibir la víspera la auditoría hecha por la LFP.

La celeridad de los primeros pasos fue muy llamativa, porque poco después el Juzgado de Instrucción número 2 de Iruñea abría diligencias y encargaba a la Policía Judicial informar «a la mayor brevedad» del destino del dinero desaparecido de las arcas rojillas en esa por ahora inaclarada compra o intento de compra de partidos revelada por el exgerente Ángel Vizcay. El juez también ha citado el 2 de marzo a los autores de la auditoría para que ratifiquen su contenido y pide a la LFP las comunicaciones del Consejo Superior de Deportes (CSD) que le llevaron a encargar el informe.

La cantidad desaparecida no está clara, porque no deja de crecer. Si el martes, tras las primeras revelaciones, el presidente de Osasuna, Luis Sabalza, hablaba de un millón y medio de euros sacados extrañamente de las cuentas, en la denuncia se alude ya a 2,4 millones y luego el Juzgado detalla que ha encomendado buscar un total de 3,7. Y es que junto a los pagos «misteriosos» a un fondo ubicado en Madeira, a gestores inmobiliarios y a un supuesto agente deportivo incluye retiradas en efectivo por un total de 1,3 millones, desde noviembre de 2013 a junio de 2014.

La Junta Directiva acordó además iniciar los trámites para convocar Asamblea Extraordinaria de Compromisarios en la que dar cuenta de la auditoría.

No será el único estudio que se realice, porque el Gobierno de Nafarroa, tras la oleada de críticas recibidas por aprobar el rescate de Osasuna sin constatar previamente cuál era la situación real del club, anuncia igualmente una auditoría especialmente intensa, denominada forense. Yolanda Barcina incidió en que ella no sabía «nada» sobre todo lo que ha ido conociéndose esta semana y que los análisis anteriores realizados a Osasuna no habían relevado aspectos extraños. Una posición difícilmente creíble dado que la Hacienda Foral fue la única plenamente consciente de que la deuda iba creciendo exponencialmente en la última década, hasta superar los 50 millones.

A la espera de Tebas

La investigación judicial parece muy encarrilada, sobre todo por la voluntad de colaboración de Osasuna y lo ya avanzado por Vizcay, pero habrá que esperar a su conclusión para saber qué consecuencias deportivas tiene todo este escándalo para Osasuna. Los rectores rojillos y el exgerente se aferran a que el presidente de la LFP, Javier Tebas, les prometió que no habría sanciones si cooperaban, pero parece complicado que así sea dada la gravedad del caso y la existencia de otras instancias que pudieran estar interesadas en un castigo ejemplar, como el CSD

Por ahora, Tebas no ha abierto la boca sobre esta cuestión, lo que no ayuda a calmar los ánimos de una afición rojilla en auténtico estado de shock. Quizás también Tebas se sienta así, dado que en junio de 2013, en Iruñea, elogiaba cómo estaba cumpliendo las normativas de fair play financiero: «Es un club que tiene muy bien estructurada su deuda y que no va a sufrir ningún retoque al presupuesto».