El equipo busca aislarse del entorno y la directiva quiere volver a llenar El Sadar
Otra semana difícil afronta la plantilla osasunista tras habérsele olvidado lo que es ganar y marcar goles. Después de guardar descanso ayer, los de José Manuel Mateo deben regresar hoy al trabajo, pero con una notable novedad. Se quiere aislar al equipo ante el trascendental encuentro de este sábado frente al Alcorcón.
Para ello, el club estaba trabajando a marchas forzadas, junto a sus responsables técnicos, en el diseño de una mini concentración lejos del ruido mediático y judicial que está envolviendo a la entidad rojilla en las últimas semanas. Se pretende, con esta medida, que los futbolistas hagan grupo y ello redunde en un mejor rendimiento.
Finalizada la vigesimoctava jornada, aunque con un encuentro menos, la escuadra navarra es ahora mismo la que marca el descenso. Empatado a 30 puntos con el Albacete, el conjunto rojillo está a solo dos de caer en los puestos rojos. Otro traspiés frente al Alcorcón podría provocar una nueva entrada en el infierno, como ya lo hiciese a comienzos de diciembre pasado tras perder en Anduva.
Pudo ser peor, pues quitando la derrota ante los cántabros, que recortaron así tres puntos la ventaja respecto a Osasuna, además de ganar el gol average particular, el resto de rivales de la parte baja no consiguieron vencer. El Barcelona B cayó en Lugo, el Recreativo arrancó un empate en casa del Alcorcón, próximo visitante de El Sadar, y el Sabadell hizo lo propio ante el ya mencionado Albacete.
Cada vez queda menos
La situación se está volviendo a poner muy fea, con el agravante respecto a hace tres meses de que ahora resta mucho menos calendario por disputar, concretamente quince jornadas si se suma el derbi aplazado que se jugará la semana que viene. No es extraño, pues, que el enfrentamiento contra el Alcorcón haya alcanzado los tintes de final y con este apelativo debe afrontarse. De hecho, el departamento de marketing rojillo va a llevar a cabo una campaña especial para volver a intentar que se llene El Sadar en este momento en el que el equipo tanto lo necesita.
En otras ocasiones, el club también ha llevado a cabo medidas de parecida urgencia para atraer a los aficionados al estadio iruindarra, casi siempre con notable respuesta por parte de la hinchada navarra. Incluso la fiel grada rojilla ya está moviéndose con iniciativas de apoyo en las redes sociales para fidelizar la pasión a unos colores.
Ahora solo resta que el equipo responda al esfuerzo que sus incondicionales van a realizar con toda seguridad. Habrá que ver si los responsables médicos estiman oportuno dar el alta a los lesionados de larga duración Oier y Lotiés, a quienes se ha visto trabajar en días pasados al mismo ritmo que el resto de sus compañeros, disputando partidillos sin mayor problema.