Aunque 2019 se despide con un buen número de nombres propios, es el colectivo el gran protagonista de estos doce meses. Bien por las reivindicaciones a las que Megan Rapinoe, estrella indiscutible, ha puesto el altavoz, bien por, sobre todo, los logros que las futbolistas han ido consiguiendo a lo largo y ancho del mundo.

El acuerdo alcanzado por sindicatos y patronal para el convenio –aunque el documento definitivo se firmará el 15 de enero– de Primera División, que llegaba con el año a punto de terminar, es sin duda uno de los grandes hitos, no ya de 2019, sino de la historia reciente de este deporte. Las jugadoras de la Liga Iberdrola, profesionales en la exigencia, verán también asegurados unos derechos mínimos. Sueldo, jornada, vacaciones, bajas, protocolos de embarazo, derechos de imagen..., una larga lista de reivindicaciones han encontrado respuesta por fin en los clubes, pese a que el año, o más concretamente la temporada que arrancaba en septiembre, tampoco está siendo fácil para ellos. La renovación impulsada desde la Federación sin consenso con la mayoría de los equipos de Primera y Segunda ha devenido en la ralentización, cuando no la parálisis, de algunos de los avances realizados en los últimos tiempos. Por ejemplo, la histórica venta de los derechos televisivos que adjudicó la ACFF en primavera. Ahí está precisamente el meollo, en las retransimisiones y, evidentemente, en los recursos económicos que generan, de los que todos quieren pillar cacho.

Pero no sólo en el Estado español se ha dado un paso adelante. Las internacionales australianas ya reciben los mismos emolumentos que sus compañeros, en Argentina se ha disputado la primera Liga profesional, cuatro mujeres arbitraron la final de la Supercopa de Europa masculina...

Causa o consecuencia, se han multiplicado sponsors y aficionados. Todos los países de Europa han registrado récords de entrada, también Brasil, Australia o la NWSL. Y qué decir de la televisión y las redes sociales, que batieron todas sus marcas con el Mundial de Francia.

Considerado el mejor de la historia, tanto en el ámbito deportivo como extradeportivo, 1.120 millones de espectadores siguieron el torneo. La audiencia media por partido duplicó la de Canadá 2015 y la final se convirtió en el partido de fútbol femenino más visto de la historia, con una audiencia media de 82’18 millones (263,62 millones de espectadores únicos), un 56% más que la de 2015.

Las mejores

Esa final confirmó a Estados Unidos, por si había alguna duda, como la mejor selección de la historia. Las norteamericanas se hicieron con su cuarto título mundial, segundo consecutivo con Jill Ellis al frente, tras imponerse en la final a la campeona europea Holanda (2-0). Los goles de Lavelle... y, claro, de Megan Rapinoe. A sus 34 años, y con una larga y prolífica carrera a sus espaldas, ha vivido un año de ensueño: al segundo oro Mundial, Bota y Balón de Oro del torneo y MVP de la final se le han sumado el premio The Best de la FIFA y el Balón de Oro de France Football, además de una legión de nuevos admiradores que se han sumado a los muchos que ya tenía por su trayectoria dentro y fuera del césped.

Si en el Mundial repetía Estados Unidos, qué decir de la Champions League, donde no hay quien tosa al Olympique de Lyon. Se apuntó su sexto título, cuarto consecutivo, derrotando esta vez a un Barcelona (4-1) que alcanzaba la final por primera vez en su historia. Además, Ada Hegerberg, la gran ausente del Mundial, se convertía en la máxima goleadora histórica del torneo, con sólo 24 años.

Muchas Ligas domésticas también se saldaban con campeones conocidos: segundo título consecutivo para North Carolina Courage y Juventus, 13º para Olympique, quinto para el Wolfsburgo, tercero para Atlético y Ajax, sexto para LSK o 15º para el Arsenal, aunque habían pasado siete años desde la anterior de las londinenses.

Pero también hubo quien se estrenó. Y entre ellos destacó, claro, la Real. El 11 de mayo, quince años después de que viera la luz, el equipo inauguraba su palmarés en la noche de Granada ante miles de aficionados txuriurdines, que enloquecieron viendo cómo su equipo remontaba con los goles de Kiana y Nahikari para que Sandra Ramajo levantara el trofeo.

En breve

Jornada. 2020 arranca con la última jornada de la primera vuelta. Con partidazo para el Athletic, que el domingo recibe al Barcelona en San Mamés (12.00). Los interesados que no sean socios rojiblancos pueden adquirir sus entradas desde hoy. También el domingo, la Real recibe al Madrid en Zubieta (18.00).

Reconocimiento. La Asociación de la prensa deportiva de Gipuzkoa concedió a la Real el galardón al Mejor deportista de 2019 por su título de Copa, dentro de la 31ª Gala del Deporte guipuzcoano.

Fichajes. El Granadilla no ha anunciado todavía al sustituto de David Amaral pero sí a sus tres nuevos fichajes: Clare Peuler (26, EEUU), centrocampista procedente del Sparta de Praha y a dos jugadoras llegadas del Spartak Subotica, la delantera Kayla Adamek (24, Canadá) y la centrocampista Taylor Porter (22, EEUU). El Deportivo también se sigue reforzando y tras la llegada de Carolina Arbeláez anuncia la de su compatriota Lorena Bedoya, una central igualmente procedente del Atlético Nacional.

Banquillos. Pier Luigi Cherubino vuelve a la Liga. Y no a su exequipo, que también busca entrenador, sino al Betis, donde ya ejerció como jugador, y donde sustituye hasta final de temporada a Antonio Contreras, cesado hace una semana.

Galardón. Lucy Bronze ha sido elegida la mejor jugadora del año por los Globe Soccer Awards, entregados el domingo en Dubai. Además, Stèphanie Frappart se lleva el reconocimiento al mejor árbitro de 2019.

Honores. Jill Scott ingresa en la Orden del Imperio Británico por su aportación al fútbol. La baronesa Sue Campbell, responsable de fútbol femenino de la Federación inglesa, ha sido nombrada Dama, la segunda mayor distinción que se puede otorgar, también de la Orden del Imperio Británico.

Mito. Christine Sinclair ha sido elegida futbolista de la década en Canadá. Con sus 183 goles en partidos internacionales, está a uno de igualar el récord de Abby Wambach.