El 20 de junio de 2010 la izquierda abertzale y Eusko Alkartasuna firmaron en el Palacio Euskalduna de Bilbo un acuerdo estratégico independentista con importante contenido social. Hoy, en el Palacio Europa de Gasteiz, ambas fuerzas han suscrito un acuerdo de largo plazo con Alternatiba para construir la soberanía de Euskal Herria en claves nítidas de izquierda y de transformación de la sociedad en defensa de los trabajadores y trabajadoras. En ese sentido, estas tres formaciones se comprometen a «confrontar a la derecha en todos los ámbitos».
El salón de congresos del Europa se ha llenado de militantes de la izquierda abertzale, EA y Alternatiba para asistir a la firma del acuerdo ‘Euskal Herria ezkerretik’ y conocer los detalles del mismo. Allí se han podido ver a personas que a mediados de los años 80 encabezaron la escisión del PNV que dio lugar al surgimiento de EA, así como a jóvenes de distinta procedencia ideológica que entonces todavía ni siquiera habían nacido.
El sonido de la txalaparta ha abierto un acto sobrio, en el que actuaciones de dantzaris han separado las intervenciones de cada portavoz político.
«Desobediencia civil»
El primero en tomar la palabra para presentar el acuerdo ha sido el secretario general de EA, Pello Urizar, quien ha destacado que se empieza a encauzar un movimiento soberanista e independentista de carácter progresista. «Euskal Herria se ahoga en el traje diseñado por los españoles», ha afirmado, para reivindicar a continuación el «derecho de los vascos a diseñar nuestro propio traje».
Ha remarcado que cada organización mantiene sus propios objetivos y su propia identidad, pero que todas ellas trabajarán de manera conjunta y prioritaria en los puntos comunes definidos en las 15 páginas del documento. Se trata de una apuesta de largo plazo y circunscrita a los cuatro territorios de Hego Euskal Herria.
Urizar ha señalado que «las organizaciones firmantes se comprometen a perseguir sus fines estrictamente por vías pacíficas y democráticas». Ha especificado que esto incluye «desde lo institucional hasta la desobediencia civil», y siempre «rechazando las expresiones y estrategias violentas, y las vulneraciones de todos los derechos humanos».
«Por un cambio verdadero»
La encargada de tomar la palabra en nombre de la izquierda abertzale ha sido Jone Goirizelaia, que ha comenzado destacando que este compromiso llega en un momento trascendental, después de que ETA haya tomado una «decisión sin precedentes e histórica» con el anuncio de un alto el fuego permanente, general y verificable. Una decisión que, según ha dicho, no ha gustado a «determinados sectores políticos», porque afecta «a sus intereses partidistas y a sus cálculos electorales».
Goirizelaia ha asegurado que los firmantes del acuerdo quieren «traer un nuevo aire a Euskal Herria», un «cambio verdadero y lleno de valores», para «barrer las dominaciones y las políticas actuales».
La representante de la izquierda abertzale ha manifestado que se «ha abierto la puerta a una nueva fase política», y ha invitado al trabajo y a ser «perseverantes y activos», sabiendo que no van a faltar "las provocaciones".
Jone Goirizelaia ha destacado que los firmantes defienden todos los derechos para todas las personas y la legalización de todos los proyectos políticos y ha añadido que van a «desnudar a tanto mercenario del conflicto».
La representante de la izquierda abertzale ha concluido su intervención mostrando el deseo de los firmantes de que la sociedad haga suyos los principios y compromisos del acuerdo y «a partir de ahí, conseguirlos».