El portavoz oficial de Merkel, Steffen Seibert, comentó ya el viernes al anunciar esta cita que tendrá carácter reservado y que no habrá encuentro alguno con la prensa por parte de los participantes en la reunión de trabajo.
Durao Barroso, que ya estuvo con la canciller la semana pasada con motivo del Consejo del Báltico, es uno de los cuatro máximos representantes de instituciones europeas encargados por los líderes de la UE de elaborar un plan para la reestructuración profunda de la eurozona.
Los restantes son el presidente del Consejo, Herman van Rompuy, el del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y el jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, según el dominical ‘Welt am Sonntag’.
Van Rompuy, Durao Barroso, Junker y Draghi trabajan, según ese medio, sobre cuatro puntales: reformas estructurales, unión banquera, unión fiscal y unión política, y su resultado debe ser un plan concentrado en impulsar el crecimiento y no únicamente en la austeridad.
El BCE deberá estar preparado para actuar más decididamente y dotarse de mecanismos de supervisión sobre el conjunto del sector banquero, a modo de premisa para la creación de un fondo de rescate para la banca, cuestión hasta ahora rechazada por Merkel.
La canciller mostró ya este sábado, en su reunión en la sede de la CDU, su disposición a modificar al menos una de las fórmulas que hasta ahora rechazaba su Gobierno, como es la implantación de una tasa sobre las transacciones financieras.