Ainhoa Beola y Lore Martinez, en nombre de EH Bildu, han comparecido ante los medios para valorar el rescate bancario solicitado por el Gobierno español para sanear la banca y las consecuencias que el préstamo económico traerá a la ciudadanía.

Acompañadas por Joseba Permach y Oskar Matute, el Gobierno españl no ha informado sobre la situación de las entidades. «No ha aportado ni un solo dato», han dicho, para recordar que aún es desconocida la cuantía de dinero que necesitará cada banco.

A su juicio, hace tiempo que la Europa neoliberal tiene intervenido el Estado español, pero «no nos engañemos –han asegurado–, el rescate también se ha realizado a la medida del capital».

EH Bildu considera que el Estado español ha asumido la deuda privada, y para poder pagarla, recortara de manera «voraz» los derechos de la ciudadanía; «situarán en vías de desaparición el sistema público que es el eje del sistema de bienestar, colocando una gran alfombra roja a la privatización».

Tras incidir en que la actual situación económica es «muy grave», han advertido de que los gobiernos están situando las consecuencias de esta situación «sobre las espaldas de la ciudadanía», a pesar de que «no seamos culpables ni responsables» de la misma.

Los responsables son, a su entender, los dirigentes de las entidades financieras y los partidos políticos que han gestionado, fomentado y protegido el sistema «que nos ha llevado a esta situación». «En Hego Euskal Herria, PNV, PP, UPN, PSE y PSN», han afirmado.

«Esos políticos que mediante mentiras y protegiendo los intereses del capital han actuado en contra de los intereses de la ciudadanía, además de demostrar nula capacidad de gestión, han perdido toda legitimidad para guiar las políticas que marcan el día a día de las y los ciudadanos».

Con todo ello, han apuntado que «cada vez es más evidente que España es una carga insostenible para Hego Euskal Herria».

Euskal Herria, han dicho, debe dar un paso hacía la soberanía «para que la ciudadanía vasca tenga futuro y para que el Estado español no nos lleve a la pobreza estructural de la mano de los especuladores».

Para ello consideran necesaria la construcción de un banco público «alejado de la especulación», que «dirija sus inversiones a sectores estratégicos, a la creación de empleo y al beneficio de los ciudadanos».