En un encuentro que ha durado seis horas y ha terminado bien entrada la madrugada, sobre las 4.30, los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro han abierto la puerta a la recapitalización directa de la banca y a facilitar el uso de los fondos europeos de rescate para comprar deuda de países bajo presión en los mercados.
Los líderes de la eurozona han pactado, además, que el préstamo al Estado español para sanear sus bancos no tenga preferencia de cobro ante otros tenedores de deuda española, una medida llamada a aliviar la prima de riesgo, que en la apertura de los mercados se situaba por debajo de los 500 puntos.
El presidente español, Mariano Rajoy, y el primer ministro italiano, Mario Monti, han logrado así varias de las demandas que buscaban lanzando un órdago al conjunto de la Unión Europea.
Madrid y Roma decidieron frenar la aprobación oficial del pacto de crecimiento negociado por los Veintisiete –que incluye un plan de impulso económico de 120.000 millones de euros– mientras no se les ofreciesen soluciones a corto plazo para las dificultades de financiación que atraviesan.
El movimiento ha provocado que los líderes de la eurozona adelantasen el encuentro que tenían previsto celebrar al término de la cumbre comunitaria para tratar así de desbloquear la situación.
Finalmente, la eurozona ha accedido a varios puntos que hasta ahora habían sido rechazados por países como Alemania, Holanda y Finlandia.
El primero, la posibilidad de que se use el fondo europeo de rescate para recapitalizar de forma directa la banca, sin pasar por el Estado y eliminando así la carga que eso supondría para las cuentas públicas.
«Condiciones muy estrictas»
Esa opción estará disponible una vez que se haya creado un supervisor bancario europeo, con la implicación del Banco Central Europeo (BCE), aunque estará sujeta a «condiciones muy estrictas».
El rescate de la banca española será financiado por el actual Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y se transferirá al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) cuando este instrumento permanente comience a funcionar pero «sin ganar estatus preferente», según la declaración aprobada por la cumbre del Eurogrupo.
«Este era uno de los puntos principales en términos de confianza de los mercados en esta operación», ha indicado el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.
Además, la Comisión presentará «en breve» propuestas para crear un supervisor bancario único basado en el Banco Central Europeo (BCE), y los gobiernos se comprometen a aprobarlas «de forma urgente a finales de 2012». Una vez que este mecanismo esté en marcha, se autorizará al MEDE a «recapitalizar los bancos directamente».
Hasta que se den esos pasos, la recapitalización de la banca española «se hará con los actuales instrumentos». Pero cuando el nuevo sistema entre en vigor el préstamo «se transferirá lo antes posible a un instrumento que haga posible que se saque rápidamente del balance del Estado español», según ha explicado el presidente del grupo de trabajo del Eurogrupo, Thomas Wieser.
Según el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, la vía podría estar disponible antes de fin de año.
La recapitalización directa incluirá condiciones para las entidades beneficiarias de la ayuda y también para el conjunto del sector o incluso para el conjunto de la economía, según el acuerdo.
Al mismo tiempo, los países del euro han aceptado las demandas de Italia para flexibilizar las condiciones bajo las cuales los fondos de rescate podrán comprar deuda de los estados en apuros, pero que cumplan con los compromisos presupuestarias y en materia de reformas.
Unión bancaria
Esos países no serán sometidos a un plan de ajuste adicional sino que deberán cumplir únicamente las recomendaciones ya realizadas por la UE en materia de política económica y reducción del déficit. El BCE actuará como agente del fondo de rescate para llevar a cabo estas operaciones en el mercado «de forma eficiente».
Los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona han acordado además elaborar de aquí a octubre una hoja de ruta y un calendario con las diferentes fases para lograr una unión bancaria, presupuestaria y política, basándose en las propuestas de Van Rompuy. «El objetivo es hacer del euro un proyecto irreversible», ha dicho.
Valoraciones
Monti, al término de la cita, ha reconocido que la negociación ha estado «llena de discusiones y de momentos de tensión», pero se ha declarado «satisfecho» con el resultado.
«Ha sido dura, pero ha merecido la pena», ha afirmado.
Mariano Rajoy se ha limitado a anunciar la existencia de un acuerdo, pero no ha dado más detalles a los periodistas.
Por su parte, Angela Merkel ha valorado lo pactado como «un buen resultado» y una «buena base para continuar trabajando».