Mariano Rajoy ha comparecido en la sesión de control del Congreso español y, en respuesta a las preguntas de la oposición, ha defendido que es necesario hacer una política que corrija los desequilibrios que han llevado al Estado español hasta la situación de recesión y elevado paro que atraviesa ahora.
Por ello, ha insistido en que es prioritario reducir el déficit y hacer reformas estructurales.
El jefe del Ejecutivo español ha admitido que las últimas medidas adoptadas son «duras y difíciles» y que el esfuerzo que está pidiendo «a mucha gente le hace daño», pero ha asegurado que no tiene «otra alternativa» si se quiere que el Estado español salga de la crisis y que el Gobierno, «desgraciadamente, no puede decidir entre un bien y un mal, tiene que decidir entre un mal y un mal peor».